Cisma

Aragonès se planta y exige “máxima celeridad” a Junts para decidir si rompe el Govern

Los Comunes congelan las negociaciones de los presupuestos catalanes de 2023 ante la cruda guerra desatada entre independentistas

Pere Aragonès ha decidido tomar la palabra en el arranque de la última sesión del debate de política general del Parlament para exigir a Junts, su socio de coalición, “máxima celeridad” para decidir si rompe y sale del Govern o bien continúa en el poder. Un mensaje duro y contundente que busca marcar perfil y fijar el relato de cara a un fin de semana convulso, con el quinto aniversario del 1-O a la vuelta de la esquina y el límite de 72 horas de los posconvergentes que muere el domingo por la noche.

Ante este nuevo órdago, el president se ha plantado, se sacude la presión de encima e insiste en que seguir o pasar a la oposición es algo que debe dirimir Junts lo antes posible, con urgencia. “Hay decisiones que no dependen de mí, todo el mundo debe tomar las decisiones con máxima celeridad. Mi apuesta y prioridad es que el Govern actual pueda continuar”.

“Necesitamos instituciones que estén al 100% al servicio de la ciudadanía. Y determinados debates no permiten que estemos centrados en los problemas actuales”, ha advertido el president a al partido de Turull y Borràs.

Todo después de que Junts mantenga pendiente de un hilo a la Generalitat, la principal institución catalana. A raíz de la crisis desatada después de que el president cesara de forma fulminante al vicepresidente Jordi Puigneró (Junts) por no haberle avisado de la cuestión de confianza, los posconvergentes han evitado una salida “exprés” del gabinete y preguntarán a su militancia la semana que viene –6 y 7, jueves-viernes– si rompen el Ejecutivo y pasan o la oposición, o bien si siguen en el poder.

En un nuevo ultimátum, Junts fija hasta el domingo para negociar con la plana mayor de ERC y el propio president, el mencionado límite de 72 horas. Y los posconvergentes remitirán este viernes al president un mandato con “concreciones y garantías” en torno a tres exigencias que le ponen encima de la mesa para cumplir: constituir el «Estado mayor del procés», un frente común entre Esquerra y Junts en el Congreso y la apuesta decidida por la autodeterminación y la amnistía en la mesa de diálogo con el Gobierno de Pedro Sánchez.

Hay que “cumplir el mandato” de la “mayoría del 52%” que votó a partidos favorables a avanzar hacia la independencia. “La mejor garantía de estabilidad, de respetar las instituciones y la democracia, es cumplir los acuerdos”, ha subrayado el diputado posconvergente Albert Batet en su turno de réplica.

El lunes, Junts reunirá a su ejecutiva para convocar formalmente la consulta a la militancia –se hará sí o sí, sea cuál sea el resultado de las negociaciones con Aragonès– y decidirá la pregunta que trasladará a las bases en función de cómo hayan ido las conversaciones con el jefe del Ejecutivo.

Por otro lado, los problemas se le multiplican a Aragonès en materia de gestión económica: los Comunes, el partido que cobija a Podemos en el Parlament, congela las negociaciones para los presupuestos catalanes de 2023 ante el sainete independentista.