Cisma
Junts se asoma a la escisión por la consulta sobre el Govern
El sector de Borràs amaga incluso con sumarse a la lista cívica de la ANC si el resultado es seguir. Los resultados se conocerán este viernes por la tarde
La consulta que marcará el futuro político de Cataluña sobre la continuidad o no del Govern de coalición independentista puede convertirse en un bumerán para Junts, un partido que suma apenas dos años y medio de vida. La formación liderada ahora Jordi Turull y Laura Borràs ha afrontado esta crisis completamente dividida ante el dilema de seguir en el Ejecutivo o bien dar un portazo y pasar a la oposición. Un proceso que parece destinado a pasar factura sea cuál sea el resultado, con varias voces hablando ya de una posible escisión.
De hecho, Junts ha llegado a esta votación con todos los escenarios abiertos y jugándose la integridad como proyecto político: mientras destacados dirigentes como la propia Borràs o Josep Rius –con el aval de Carles Puigdemont– apuestan de manera clara por salir del Govern, la indefinición del secretario general, Jordi Turull –con importante ascendencia entre las bases– da oxígeno a los partidarios de continuar. Y en el otro bando están el aparato institucional y los consejeros que forman parte del Govern, decididos a continuar en el poder.
Con las facciones completamente enconadas, ayer el diputado posconvergente en el Parlament, Jaume Alonso-Cuevillas, avisó abiertamente del riesgo de ruptura interna y no descartó una posible escisión en el partido tras la consulta interna sobre si seguir o no en el Ejecutivo, en concreto si la opción ganadora es la de continuar con Esquerra. «Creo que si ahora saliera que seguimos en el Govern, la crisis la tendremos dentro de dos o tres meses», resumió el dirigente sobre el cisma interno en Junts que puede provocar la consulta.
Cuevillas también advirtió que «seguirá atento» a lo que haga Puigdemont de darse este escenario, una clara pista de lo que puede acabar sucediendo. «Tenemos que decidir si queremos ser el Scottish National Party o un PDeCAT 2.0», defendió el diputado, que cree que gobernando con ERC la formación se ha alejado del objetivo de la independencia.
Y aquí Cuevillas fue un paso más allá anticipando futuras posibilidades: el ex abogado de Puigdemont abrió la puerta a que dirigentes posconvergentes se acaben integrando en la lista cívica que quiere promover la ANC si se llega a este escenario. «Junts es un movimiento de liberación nacional, y aquí cabemos todos», zanjó en una entrevista en La 2 tras ser preguntado sobre una posibilidad que defiende Joan Canadell, otro diputado posconvergente contrario a seguir con los republicanos.
Sea como fuere, lo cierto es que Junts se juega gran parte de su futuro como proyecto político con este órdago hacia Esquerra que ha tensado al máximo las costuras internas del partido y con dirigentes como Jaume Giró amagando con dejar la política si ocurre lo contrario y la opción es romper con ERC.
Todo a las puertas de un año electoral como 2023, con las elecciones municipales marcadas en rojo en el calendario para una formación con más de 350 alcaldes repartidos por el territorio y unos 300 altos cargos en el Palau de la Generalitat. De hecho, a nivel local también se plasma la división interna que ha sacudido Junts con las últimas semanas, con las facciones de Barcelona y Tarragona partidarias de seguir en la Generalitat y Girona, plaza de Puigdemont, partidaria de la ruptura.
El fantasma de la escisión que planea ahora en Junts sería el último paso de la cadena de rupturas que arrastra el universo convergente, desde la ya extinta CiU hasta el denostado PDeCAT.
Las votaciones de la consulta interna empezaron a las 00.00 horas de este jueves y se alargarán hasta las 17.00 horas de hoy, cuando el partido tiene previsto anunciar los resultados provisionales y reunir de forma extraordinaria a su ejecutivo para analizar los escenarios más inmediatos.
Un total de 6.465 afiliados -los que tienen más de seis meses de militancia- están llamados a responder, de manera telemática, a la siguiente pregunta sobre el futuro del partido: «¿Quieres que JxCat continúe formando parte del Govern de Cataluña?».
Por otro lado, ayer el Parlament rechazó pedir al president Pere Aragonès que se someta a una cuestión de confianza a propuesta de la CUP con la abstención de Junts. Los posconvergentes ya habían anunciado que no la apoyarían a la espera de la consulta.
Aragonès, a la espera
El president Aragonès tiene la tarde despejada y sin ningún acto programado –sólo consta una visita a las 10:00 horas– a la espera de lo que pueda acabar sucediendo con sus socios, que reunirán a la cúpula posconvergente en Barcelona. Ayer, un 53,65% de la militancia de Junts ya había votado en la consulta interna del partido para decidir si continúa o no en el Govern. Así lo indicó el partido después de que a la medianoche de este jueves se iniciaran las votaciones telemáticas, a las que están llamados a participar 6.465 militantes, que podrán votar hasta las 17.00 horas hoy viernes. A las doce del mediodía, la participación se situaba en un 22,6% después de que arrancara con algún que otro problema técnico puntual.
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