Salud

Vall d’Hebron reconvierte el edificio Garbí creado para la pandemia en un Hospital de Día oncológico

Es un recurso para pacientes con todo tipo de tumores sólidos que se encuentran en un momento en el que solo reciben tratamientos farmacológicos

El espacio cuenta con 10 butacas, ubicadas frente al control de enfermería
El espacio cuenta con 10 butacas, ubicadas frente al control de enfermeríaVall d'Hebron

A raíz de la pandemia y para dar respuesta a la gran presión asistencial a la que se vio expuesto Vall d’Hebron, se construyó el Edificio Garbí, un hospital polivalente situado en el Parc Sanitari Pere Virgili que fue concebido para absorber la gran demanda generada por la Covid-19. Pero ahora, la situación ha cambiado y, por lo tanto, se ha dado un nuevo uso a las instalaciones, que ahora funcionan como una extensión del Hospital de Día de Oncología.

“En Vall d Hebron tenemos tres Hospitales de Día para tumores sólidos de adultos y dos Hospitales de Día para tumores hematológicos, pero es verdad que el número de pacientes que tenemos es tan alto que, a pesar de que los tratamientos se podían hacer de forma ordenada y planificada en los recursos ya existentes, había bastante aglomeración, tanto en las salas de espera como en las zonas de tratamiento”, explicó el doctor Josep Tabernero, jefe del Servicio de Oncología Médica de Vall d’Hebron, durante la presentación del nuevo uso del edificio, para a continuación indicar que “lo que se ha hecho es aprovechar este edificio que se creó por la Covid para desesponjar un poco la ocupación que teníamos en los Hospitales de Día de Vall d’Hebron”. Además, se trata de un “espacio muy abierto, con mucha luz, en el que el presión o disconfort que hay en un hospital general no existe”

En la misma línea, Carolina Buendía, enfermera oncológica, comentó que en esta instalación trabajamos con la misma experiencia y seguimos los mismos procedimientos que en los Hospitales de Día del Hospital General, pero además este espacio es muy tranquilo y luminoso y queda fuera del bullicio que inevitablemente hay en un hospital de tercer nivel como Vall d’Hebron”.

Así pues, la tercera planta del edificio, que en pandemia acogió la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para pacientes críticos y semicríticos de Covid-19, es, desde hace poco más de un mes, un espacio multifuncional de 3.111 m2 adaptado para la administración de los tratamientos oncológicos de baja complejidad a pacientes estables. “Son pacientes con todo tipo de tumores sólidos que se encuentran en un momento en el que solo reciben tratamientos farmacológicos. Cuando tienen tratamientos concomitantes, como por ejemplo un combinación de quimioterapia y radioterapia, reciben tratamiento en el Hospital General”, explicó Tabernero

En este contexto, aquellos pacientes que reciben tratamiento en el Edificio Garbí, que está conectado telemáticamente con Vall d’Hebron, se visitan en el Hospital General y a la salida de la consulta ya se les programa la sesión de quimioterapia, normalmente para el día siguiente. Paralelamente, los fármacos que deben serles administrados se preparan también el el Hospital General y éstos llegan en transporte especializado cada día a las 7.30 horas a las instalaciones del Pere Virgili.

La preparación y administración de los tratamientos sigue los mismos protocolos y procedimientos que en los hospitales de día del Campus Vall d’Hebron y el Edificio Garbí cuenta también con una consulta de enfermería, que hace un seguimiento de los efectos secundarios o toxicidades de la quimioterapia y a la que los pacientes se pueden dirigir para realizar consultas acerca de aspectos como, por ejemplo, las dietas o los hábitos saludables.

El nuevo espacio, que cuenta con 10 butacas para la administración de tratamientos y en el que trabaja un equipo multidisciplinar integrado por personal médico, de enfermería especializada en oncología y de farmacia, ya ha atendido en el mes y medio que lleva en marcha a 282 pacientes.

Más usos

Pero más allá de este Hospital de Día de Oncología, desde el jueves, el Edificio Garbí acoge en su primera y segunda planta a pacientes del plan de contingencia de invierno establecido por la Consejería de Salud, concretamente a aquellos que sufren descompensaciones médicas agudas, mientras que en la planta baja hay un TAC, un punto de vacunación y consultas de hemostasia y coagulación. La previsión es, de cara a 2023, trasladar también a estas instalaciones el equipo de enfermedades neurodegenerativas.

Sobre los nuevos usos de este edificio, el director general de Vall d’Hebron señalaba que “éstos responden a un modelo asistencial flexible que pone al paciente en el centro de la atención adaptándonos a sus necesidades”. “Este dispositivo nos ayudará a seguir mejorando la atención de los pacientes con patología oncológica, de la cual Vall d’Hebron es centro de referencia” , añadía y, en esta línea, si los datos epidemiológicos Covid-19 así lo requieren, el edificio Garbí se adaptaría a las necesidades que vayan apareciendo.