Polémica

Así es la encuesta de la Generalitat de Cataluña en la que se pregunta a alumnos de 10 años si se sienten niño o niña

Un contenido impulsado por el Govern reabre el debate sobre la sexualidad prematura

La consellera de Educación y Formación Profesional, Esther Niubó, durante la sesión de control EUROPA PRESS 05/11/2025
La consellera de Educación y Formación Profesional, Esther NiubóEUROPA PRESSEuropa Press

Ayer, el Partido Popular pidió explicaciones en el Parlament a la consellera de Educación de la Generalitat, Ester Niubó, por la polémica generada en torno a las encuestas ESSIC (Enquesta d’Educació, Salut i Social de la Població Infantil de Catalunya) y ESSAC (dirigida a adolescentes), impulsadas por los Departamentos de Educación, Salud y Derechos Sociales e Inclusión de la Generalitat en colaboración con la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

El programa, al que se adhieren diversos centros educativos de forma voluntaria, tiene como objetivo, según el Govern, conocer la realidad educativa, social y de salud de los niños y adolescentes catalanes para diseñar políticas que mejoren su bienestar. Sin embargo, su contenido ha desatado una fuerte controversia entre padres y formaciones políticas por las preguntas de carácter sexual y de identidad de género dirigidas a menores de entre 9 y 10 años.

LA RAZÓN ha tenido acceso a la encuesta ESSIC, dirigida a alumnos de quinto de primaria, donde se incluyen cuestiones como:

  • "¿Cómo te sientes?" Con las opciones de "me siento un niño", "me siento una niña", "no me siento ni niño ni niña", "no lo sé", o "no lo quiero decir".
  • "Cuando naciste te dijeron que eras…" Con las respuestas de "un niño", "una niña", o "no lo quiero decir".

El cuestionario también aborda temas sensibles sobre abusos y conductas sexuales, y pregunta sobre el número de veces que ha pasado:

  • “¿Alguna vez te han tocado o acariciado partes de tu cuerpo sin tu consentimiento y te ha molestado?”
  • “¿Tú has tocado o acariciado las partes del cuerpo de alguien sin su consentimiento y le ha molestado?”
  • “¿Han difundido imágenes o vídeos tuyos sin tu consentimiento o con la intención de hacerte daño?”
  • “¿Tú has difundido imágenes o vídeos de otros sin su consentimiento o con la intención de hacerles daño?”

Asimismo, una de las preguntas (13.1) plantea:

  • “Si tienes alguna duda o inquietud sobre sexualidad, ¿dónde buscas información?”, ofreciendo opciones como Internet o redes sociales, padres, profesores, amigos, entrenadores o profesionales de la salud.

Preocupación por la edad y el contexto

La diputada popular Montserrat Berenguer centró su intervención en cuestionar si los niños de 9 o 10 años “tienen suficiente madurez para responder a este tipo de preguntas” y si “el contexto de aula es el adecuado” para tratar cuestiones de tal sensibilidad. “Si un niño víctima de abuso sexual responde a una de estas preguntas y luego tiene que continuar con la clase de matemáticas, ¿qué pasa después? ¿Quién lo atiende? ¿Qué seguimiento se hace?”, comenta Berenguer a este diario, quien también reclama explicaciones sobre “la fiabilidad, validez, selección y representatividad de la muestra”.

La diputada criticó en el Parlament, además, que muchos padres no tuvieron acceso previo al contenido del cuestionario antes de firmar el consentimiento informado, y que algunos “ahora aseguran que, de haberlo sabido, no habrían autorizado la participación de sus hijos”.

En su respuesta, la consellera Ester Niubó negó tajantemente que la encuesta tenga un componente ideológico o de adoctrinamiento. “Con encuestas como estas obtenemos datos que nos permiten comenzar a trabajar en el diseño de políticas públicas que garanticen entornos seguros para los niños”, defendió.

Niubó subrayó que el cuestionario es anónimo y voluntario, y que se realiza “con consentimiento familiar”, en horario lectivo y bajo la supervisión de los tutores. También destacó que el proyecto cuenta con el aval del Comité de Ética de Investigación de la UAB, y sigue “criterios e indicadores internacionales marcados por la UNESCO y la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.

“En ningún caso se pretende hacer ningún experimento ideológico ni adoctrinar a nadie. Responder a una pregunta no define una identidad ni refuerza ningún estigma”, afirmó. Además, acusó al PP de “intentar generar polémica política” con una herramienta que, según dijo, busca detectar realidades, necesidades y situaciones de vulnerabilidad.

Un debate que vuelve a abrirse

El programa ESSIC, que algunos colegios catalanes aplican, vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre los límites de la educación afectivo-sexual y la intervención de la Administración en la intimidad de los menores.

Mientras el Govern defiende que se trata de un instrumento técnico y científico para conocer el bienestar infantil, sectores políticos y sociales advierten de un posible proceso de sexualización prematura o adoctrinamiento ideológico en las aulas, especialmente cuando se interroga a niños de primaria sobre su identidad de género o experiencias sexuales.