Contaminación

Barcelona alcanza niveles de NO2 "mínimos históricos" y reduce la mortalidad por contaminación

La mejora en la calidad del aire de Barcelona muestra cómo las políticas medioambientales tienen un impacto positivo

Aspecto de las ciudad de Barcelona con el cielo brumoso debido a la contaminación
Aspecto de las ciudad de Barcelona con el cielo brumoso debido a la contaminaciónAlejandro GarciaAgencia EFE

Los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) en Barcelona han alcanzado “mínimos históricos” en el primer semestre de 2025, según el último informe de calidad del aire presentado por la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB). La primera teniente de alcalde, Laia Bonet, destacó este avance significativo en la calidad del aire de la ciudad, señalando que todos los indicadores de NO2 muestran una tendencia a la baja en comparación con 2024, con reducciones que oscilan entre el 2% y el 14% en las estaciones de medición.

Cumplimiento de los límites legales europeos

Barcelona continúa en su intento por cumplir los límites legales establecidos por la Unión Europea, alcanzando la mejor calidad del aire de su historia. Especialmente destacable ha sido la mejora en la estación de tráfico del Eixample, una de las más afectadas, donde los niveles de NO2 han bajado de 42 microgramos por metro cúbico en 2022 a 30 en 2025.

A pesar de la mejora, la concejal de Salud, Marta Villanueva, advirtió que los niveles de NO2 siguen superando los valores guía de protección de la salud establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los futuros límites legales que entrarán en vigor en 2030.

Reducción de muertes atribuibles a la contaminación

Uno de los avances más destacados del informe es la reducción del 32% en la mortalidad atribuible a la contaminación entre 2020 y 2024, lo que equivale a unas 600 muertes evitables. Además, se ha registrado una disminución en el número de casos de cáncer de pulmón, con 50 casos menos, y una reducción del 36% en nuevos diagnósticos de asma infantil.

Bonet atribuyó estos resultados a políticas sostenibles a largo plazo, como la implementación de la Zona de Baixes Emissions (ZBE), la electrificación de la flota de buses y el impulso de sistemas de transporte más sostenibles, como el Bicing. Además, el Ayuntamiento de Barcelona planea construir 12 kilómetros adicionales de carril bici y seguir aplicando el Pla Clima, con una inversión de 1.800 millones de euros para reducir emisiones y adaptar la ciudad a un futuro más sostenible.

La mejora en la calidad del aire de Barcelona es un claro ejemplo de cómo las políticas medioambientales pueden tener un impacto positivo en la salud pública, protegiendo a la población y mejorando la calidad de vida.