Coronavirus

¿Séptima ola? Los hospitales de Barcelona alertan del peligro de colapso

En la capital catalana vuelve a haber más de 400 pacientes ingresados por covid

Una mujer enseña su tarjeta sanitaria para realizarse un tes de antígenos en el Recinto Modernista del Hospital de Sant Pau de Barcelona, Cataluña (España)
Una mujer enseña su tarjeta sanitaria para realizarse un tes de antígenos en el Recinto Modernista del Hospital de Sant Pau de Barcelona, Cataluña (España)David OllerEuropa Press

Si algo nos han enseñado estos casi dos años y medio de covid es que no te puedes fiar del virus. Basta un exceso de confianza para que vuelva con una nueva variante. La vacunación y el uso de mascarillas han funcionado suficientemente bien, pero, tras unos meses de calma, ya son muchas las voces que advierten de una séptima ola. Así, la prevalencia de la variante AB5 del virus alcanza al 58% de los casos, más contagiosa pero menos grave, aunque puede complicar los cuadros clínicos a personas de avanzada edad y con patologías previas. La Generalitat, por ahora, descarta implementar restricciones y se limita a recomendar el uso de las mascarillas en interiores.

Pese a que desde finales de marzo el Departamento de Salut dejó de contar todos los positivos y sólo hace seguimiento de los vulnerables, sigue publicando los registros de positivos, que aumentan desde el mes de junio y han subido un 20% en las últimas semanas. Así, las hospitalizaciones han aumentado en 245 ingresados más por covid-19 en el último mes, lo que supone un total de 1.762 hospitalizados, una cifra que no se veía desde febrero. En las UCI vuelven a haber 46 pacientes críticos. Mientras, Salut, por su parte, ha advertido que «no hay una fecha determinada» para la administración de la cuarta dosis de la vacuna para la población general, aunque en algún momento se la tendrá que poner todo el mundo.

El consejero de Salud, Josep Maria Argimon, se ha mostrado «preocupado» por el aumento del covid en Cataluña en las últimas semanas y cómo afecta la atención médica, sobre todo la hospitalaria, durante el verano, debido de las vacaciones de los sanitarios. Por eso, ha pedido a las personas mayores y vulnerables que lleven mascarilla en interiores y mal ventilados. En cuanto a los casos leves, pide que no vayan al CAP, sino que tomen antitérmicos y se queden en casa, sin siquiera hacerse un test para detectar la cóvida.

Lo cierto es que la séptima ola ya está afectando a la atención primaria, que ha visto cómo se han incrementado las visitas a urgencias para atender a pacientes con síntomas. Aunque desde el ICS afirman que el aumento de visitas a los centros de atención primaria no es significativo, desde los CAP sí han notado mayor presión asistencial. La directora del CAP Raval Nord, Anna Romagosa, afirmó hace unos días que «hay una ola invisible y que visitar a más de 100 pacientes en urgencias en una mañana no es habitual».

Respecto a los hospitales, el jefe de Epidemiología del Clínic, Antoni Trilla, ha alertado de un incremento de los casos de covid que está repercutiendo en un aumento de ingresos, especialmente de personas mayores con patologías previas. En este sentido, Trilla avisa de que serán semanas complicadas, pero pide paciencia.

El Hospital del Mar, por ejemplo, ya está trabajando para poder responder a un posible aumento de ingresos por covid en el centro hospitalario y responder a todas las necesidades en caso de que la situación de la pandemia empeore. Ahora mismo hay siete pacientes en la UCI y medio centenar de personas están ingresadas en planta. La cifra es ligeramente superior a la de la semana pasada, pero todavía está muy lejos de los peores datos de otras oleadas. Ahora bien, los responsables del hospital ya se preparan por si se produjera un incremento de ingresos, tal y como prevé el plan de contingencia que se elaboró a raíz de la pandemia.

El jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital y coordinador de las hospitalizaciones por cóvid-19, Robert Güerri, ha afirmado que pese a que la situación «empieza a ser complicada», la mayoría de las personas que hay en la UCI «tienen más de 70 años e ingresan porque la cóvida descompensa otras enfermedades que tienen». Güerri asegura que «hemos entrado en una nueva etapa de la pandemia, que tiene un impacto en los hospitales similares a una epidemia de gripe».

Ahora bien, mientras que la gripe es estacional y suele poner en tensión los hospitales en los meses de invierno, la covid-19 parece no ser estacional y que hay picos de contagios a lo largo del año. En este sentido, Güerri apunta que habrá que redimensionar de forma definitiva los hospitales y replantear su funcionamiento para adaptarlo a las circunstancias de la nueva enfermedad.