¿Y si las supermanzanas funcionan? Barcelona exporta su modelo a 250 ciudades

Hace dos semanas tuvo lugar la Cumbre Mundial de Alcaldes C40 en Buenos Aires. Esta conferencia sirve para intercambiar información y estrategias. Barcelona, con la alcaldesa Ada Colau a la cabeza, aprovechó para explicar el modelo de supermanzanas de Barcelona que urbes como Berlín, Viena, Róterdam, Bogotá o Los Ángeles ya han adaptado. De hecho, según a revelado el Ayuntamiento, en los últimos dos años ha despertado el interés de más de 250 ciudades, que han solicitado a los servicios técnicos del Ayuntamiento información detallada del modelo Supermanzana Barcelona.

En esta cumbre, además de las supermanzanas, también se han discutido otros modelos urbanísticos en boga, más verdes y habitables, como la 15-Minute City de París, los Low Traffic Neighborhoods de Londres o la Strade Apperte de Milán. El Programa Supermanzanas de Barcelona, en cualquier caso, es un modelo de transformación de las calles de toda la ciudad, con el principal objetivo de reducir el espacio ocupado por el vehículo privado en favor de la superficie dedicada a los peatones y de la integración de una red de carriles bici con una red ortogonal de autobuses rápidos

En la conferencia también se puso conocer más en detalle otros proyectos de ciudad que han empezado a aplicar el modelo Supermanzana Barcelona después de un trabajo de cooperación técnica entre ayuntamientos. Los proyectos inspirados en la capital catalana, que buscan ganar espacio verde y para peatones, reducir la contaminación y el vehículo privado, impulsar el transporte público y potenciar la economía de proximidad son los siguientes: Park Blocks (Los Ángeles), Barrios Vitales (Bogotá), Kiezblocks (Berlín), Superbloc Oude Westen (Róterdam) y Supergrätzl (Viena).

Supermanzanas por el mundo

Con el apoyo del Área de Ecología Urbana de Barcelona, la ciudad de Bogotá ha impulsado la estrategia “barrios vitales”, un proyecto que busca redistribuir el espacio público que ocupaban los coches para beneficiar a los peatones. Y lo hace con intervenciones de urbanismo táctico, lo que le asimila mucho a lo visto con la pandemia en Barcelona. Por el momento, se ha actuado en el barrio de San Felipe, pero se está trabajando para desplegarlo en otros cuatro barrios.

El distrito vienés de Favoriten es el primero en el que la capital de Austria implantará un Supergrätzel, inspirado en las supermanzanas de Barcelona. Se actuará en varias calles, donde el tráfico quedará limitado a residentes y comerciantes locales. La transformación busca ganar espacio para andar e ir en bicicleta en un área donde hay seis escuelas muy cercanas. Viena espera que con la supermanzana baje el nivel de contaminación.

La ciudad holandesa de Rotterdam tiene un plan de movilidad que, hasta 2030, prevé transformar el centro reduciendo el uso del coche y hacer más cómodo el espacio público. Pese a tener una red ciclista extensa, el Ayuntamiento quiere ir más allá y aplicar el modelo supermanzana de Barcelona en el Oude Westen, una zona central junto a la estación, donde se pretende rebajar en 32.000 los desplazamientos diarios en coche y aumentar el número de peatones y ciclistas.

En Los Ángeles, las supermanzanas de Barcelona han inspirado el plan Park Blocks, que quiere implantarse en el Distrito 14 de la ciudad estadounidense. La propuesta prevé cerrar algunas calles en vehículos privados y destinar el espacio público para peatones y ciclistas. En el caso de Berlín, se está trabajando en los llamados Kiezblocks, con la intención de cortar el tráfico en 15 áreas residenciales de la capital alemana.