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La calle más estrecha de Barcelona: no caben dos personas de lado

Está situada en pleno centro de la capital catalana

La calle, en el barrio Gótico de Barcelona
La calle, en el barrio Gótico de BarcelonaArchivo

En pleno corazón del Barrio Gótico de Barcelona, entre piedras medievales y callejuelas cargadas de historia, se esconde un espacio singular que pasa fácilmente desapercibido: la Calle de las Moscas. Es una joya urbana que ostenta el título de calle más estrecho de la ciudad, con sólo 1,48 metros de ancho en su punto más reducido. Este callejón medieval, lleno de historia y misterio, es un ejemplo vivo del urbanismo de la edad media y una curiosidad que atrae tanto a locales como a visitantes.

Este callejón se ubica junto a la calle del Comerç, muy cerca del Mercado de Santa Caterina y del Born, en una de las zonas más antiguas de la ciudad. Conecta dos vías estrechas, la Calle de la Paja con la Calle dels Banys Nous, y parece más un pasillo que una calle propiamente dicha. Conserva el encanto de una Barcelona antigua, con edificios de piedra que parecen susurrar historias de siglos pasados. Su estrecha anchura es típica de las calles gremiales del Gòtic, diseñadas para peatones y no para carruajes, cuando el espacio era un lujo en una ciudad amurallada.

La calle ganó el título de más estrecho de Barcelona tras la desaparición de la Calle de les Donzelles (1,12 metros), cuando la apertura de la Via Laietana transformó el trazado urbano del Gòtic. Pese a su pequeñez, la Calle de las Moscas es accesible y se puede recorrer a pie, ofreciendo una experiencia casi laberíntica.