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Islam

Guerra contra el islamismo radical en Cataluña: ya van tres imanes expulsados en 2025

Los líderes religiosos expulsados difundían ideas salafistas

Unidad de la Policía Nacional POLICÍA NACIONALEUROPAPRESS

Cataluña vive un repunte de la actividad islamista radical. En lo que va de año, ya han sido expulsados tres imanes por difundir mensajes contrarios al orden democrático y a la convivencia, tal y como informa el digital E-Notícies. El caso más reciente se produjo el pasado 11 de julio, cuando la Policía Nacional detuvo y deportó a Marruecos a un imán salafista residente en Olot. Se suma a otros dos expulsados, uno en Figueres y otro en La Junquera.

Este individuo, de nacionalidad marroquí, había intentado dirigir la mezquita de Besalú en 2017 sin éxito. Regresó a Cataluña en 2020 tras un tiempo en Marruecos, y se instaló en Olot, donde fue detectado difundiendo ideas radicales: instaba a los musulmanes a no integrarse, rechazaba las leyes españolas y proclamaba la superioridad de la sharía sobre la Constitución. Además, promovía el uso obligatorio del burka y el niqab, y denigraba a otras corrientes del islam como el chiismo (la corriente que predomina en el Iran de los ayatolás).

Su expulsión se produce en un contexto de creciente presión policial contra el yihadismo. En los últimos años se han disparado las alertas de seguridad, y Cataluña ha sido identificada como una de las principales bases de operaciones del salafismo en Europa. Según fuentes policiales, una de cada tres mezquitas en la región está influenciada por esta doctrina ultraortodoxa.

Mezquitas fuera de control

A pesar de la magnitud del fenómeno, Cataluña no dispone de un censo oficial de imanes ni de mezquitas. El intento de crear un registro tras los atentados de La Rambla y Cambrils en 2017 quedó en nada. La Comisión Islámica de España no ha concretado ningún listado fiable, y las autoridades catalanas desconocen incluso cuántos centros de culto existen, explica E-Notícies.

Este vacío legal complica el seguimiento y la prevención del extremismo. Algunas mezquitas ni siquiera están registradas oficialmente, como la de Figueres, donde dos imanes han sido señalados este mismo año. Uno de ellos fue expulsado en febrero por predicar mensajes radicales. El otro, detenido recientemente por los Mossos d’Esquadra, está acusado de abusos y maltratos a menores en la madrasa, además de imponer el uso del velo a niñas, aunque esta última acusación no fue confirmada por los Mossos.

La inacción política ha sido señalada como uno de los factores que han facilitado la proliferación del salafismo. Mientras partidos como Vox, Aliança Catalana, Junts o el PP denuncian públicamente el auge del islamismo radical y cuestionan prácticas como la mutilación genital o los matrimonios forzosos, algunos sectores políticos siguen hablando de integración y de multiculturalidad.