En el panorama empresarial actual muchas compañías aún se apegan a un enfoque lineal de generación de valor, que se inicia con el diseño y culmina con la entrega al consumidor. No obstante, el revolucionario modelo de plataformas ha irrumpido como un tsunami, convirtiendo lo que eran verdades inmutables en las industrias tradicionales en simples epitafios sobre las lápidas de antiguos gigantes, derribados por los audaces David de la nueva era digital. Pero, ¿qué las hace tan revolucionarias?

Su principal objetivo no es la producción en sí, sino facilitar y mantener un espacio donde las interacciones comerciales valiosas entre productores y consumidores externos puedan ocurrir libremente, formando un ecosistema complejo donde el valor se genera, comparte y consume de múltiples maneras y en diversos espacios.

Este enfoque otorga una notable escalabilidad, una de sus principales ventajas. A medida que la plataforma atrae más usuarios, incrementa su valor, pero a diferencia de los modelos lineales, los costes de adquisición de nuevos usuarios tienden a disminuir hacia cero. Además, el llamado "efecto red" se revela como una fuerza poderosa que define el éxito de este modelo de negocio. Cada nuevo participante, ya sea un usuario que ofrece un alojamiento, un consumidor en busca de un libro, o un nuevo creador de contenido, aumenta exponencialmente el valor para todos los demás miembros de la plataforma.

El gran reto al crear una plataforma es el conocido como el dilema del huevo y la gallina: ¿cómo atraer a proveedores y consumidores? Esta paradoja se aborda generalmente mediante incentivos, contenido exclusivo, o significativas campañas de marketing que buscan atraer simultáneamente a ambos grupos.

En el contexto de las plataformas digitales las métricas tradicionales como el margen bruto o los costes han sido suplantadas por indicadores que se enfocan en el crecimiento y la expansión, entendiendo que la rentabilidad es el resultado natural de desarrollar un producto que aporte valor a lo largo del tiempo para los distintos segmentos de clientes.

Empresas otrora gigantes como Nokia, Kodak y Blockbuster, que dominaban sus respectivos mercados, se vieron desbordadas y eventualmente superadas por no adaptarse a tiempo a la nueva realidad digital. El rechazo o la lentitud en adoptar estos modelos innovadores de plataforma puede llevar a otras tantas a la obsolescencia y el declive.