Opinión

El plan B

Tabarnia expone sus motivos para volver a hacerlo

Rull afirma que la resolución del TS sobre Puigdemont "impacta mucho" en la investidura catalana
Una imagen de Rull al frente del ParlamentEuropa Press

Llevo varias semanas con temas muy serios y es que la situación no es para menos. Servidor y unos cuantos más hacemos, luchamos y no estamos dispuestos a desfallecer. Algunos nos aplauden, la mayoría sin hacer nada, otros nos critican y algunos estoy seguro que estarían encantados (si pudieran) de tocarnos las narices. En fin, que aquí seguimos.

Pero servidor, afectado de un incuestionable optimismo patológico y unas cuasi permanentes ganas de pitorreo, no puedo por menos que cambiar de tercio y anunciar el plan B para la solución del problema catalán.

Olvídense de conspiranoicos que ven malas intenciones en el Estado por todas partes. Olvídense de la fachosfera y demás descalificaciones. Centrémonos en ese indiscutible grupo de catalanes que nos sentimos españoles y constituimos mayoría, y si no se lo creen solo tenían que haber visto el entusiasmo de nuestros chavales convocados por Barcelona con la selección cuando juega España. El plan B es para ellos, especialmente para nuestros jóvenes, que son nuestro futuro.

Habrá que ver qué deriva toman las cosas y por dónde nos llevan los dirigentes de aquí y los de la capital, a los que divido con honrosas excepciones en dos clases: los colaboracionistas y los inútiles por vocación o por ceguera. Bien pudiera suceder que los de aquí aunque estén muy enfadados entre ellos, decidan volver a las andadas, leyes de desconexión, referéndum e independencia, en este caso con la lección bien aprendida. Y podría suceder que los de allí no tuvieran bemoles y decidieran tragarse todo esto. Al fin y al cabo bemoles no han demostrado, pero tragaderas inmensas.

Pues bien, entonces activaríamos el plan B. ¿A que se imaginan en qué consiste? Pues sí, en Tabarnia se aprobarían las leyes de desconexión y conexión con el resto de España, el referéndum para la aprobación y proclamación de la Republica Coronada de Tabarnia, unida indisolublemente a España.

¿Qué no se lo creen? ¿Quién tendría más eco internacional: Puigdemont o Boadella? ¿Por quién apostarían ustedes en un debate entre la señora Rovira, el señor Rull, y la señora Noguera por su lado, y don Tomás Guasch, don Miquel Giménez y servidor por el otro? Y, puestos a escoger, ¿qué prefieren: una canción de Lluís Llach o una de Julio Iglesias, que seguro que nos echa una mano con lo de “y presume de ser español donde va”?

Así que procesistas, estáis advertidos: “ho tornarem a fer”, como vosotros, con vuestra misma legitimidad, sólo que mucho mas divertido.