Desahucio Casa Orsola

El propietario de la Casa Orsola de Barcelona se plantea ahora vender la finca

Collboni anuncia que se ha abierto un proceso de mediación y los vecinos lo niegan

Ante un agitado panorama debido al desahucio de la Casa Orsola de Barcelona, que ya se ha aplazado dos veces gracias a la movilización ciudadana, el responsable de la empresa Lioness Inversiones SL y propietario del edificio, Albert Ollé, se plantea ahora vender la finca, harto de los «insultos y ataques» recibidos.

Así lo ha anunciado en una carta que ha publicado el mismo día en el que se aplazó al 18 de febrero el desalojo de uno de los inquilinos que estaba previsto para las 5.30 horas de la madrugada de este martes.

«Después de recibir todo tipo de insultos y ataques, supongo que finalmente terminaré vendiendo la finca. Paradójicamente, cuando esto ocurra, es posible que se encuentren con un auténtico buitre que no tendrá ningún interés en preservar el patrimonio ni en llegar a acuerdos», aseguró Ollé en su misiva, que dijo que él «sólo quería mantener de forma sostenible un edificio modernista que forma parte de la historia de Barcelona».

El dueño de la finca asegura que Josep Torrent, el inquilino sobre quien pesa el desahucio, nunca ha querido hablar directamente con él: «Siempre lo hizo a través de una plataforma que se hace llamar Sindicat de Llogateres. Ahora, después de más de tres años de confrontación, él ha logrado ser el héroe y yo, al parecer, el criminal» lamenta Ollé en el comunicado.

En cuanto al nuevo aplazamiento, el Sindicat de Llogateres celebra que el juzgado haya pospuesto el lanzamiento hasta el 18 de febrero a las 9.30 horas: «Es evidente que es por la movilización sin precedentes y por el convencimiento que tenemos todos nosotros de que esta movilización se repetiría tantas veces como hiciera falta», dijo el portavoz del sindicato, Enric Aragonès, que aseguró que esta suspensión «no se debe a otra cosa».

Con ello, el sindicato pone en duda la «excusa» dada por el juzgado, que la fecha coincide con otros desahucios, que aseguran que no se sostiene dado que hace años que no se convocan desalojos antes de las 6 horas. De cara al próximo intento de desahucio, aseguran que la Casa Orsola seguirá siendo un «espacio indesalojable», y esperan una movilización todavía mayor que la del viernes pasado.

El caso de Josep Torrent y del resto de inquilinos afectados en esta finca –situada en el cruce entre las calles de Consell de Cent y Calàbria, en el barrio barcelonés de la Nova Esquerra de l’Eixample– se ha convertido en un símbolo de lucha y respuesta vecinal ante la especulación inmobiliaria que está afectando a toda la ciudad.

Josep Torrent es el primer vecino del bloque en recibir un orden de desahucio a causa de una demanda de la propiedad, Lioness Inversiones, un fondo buitre que se niega a renovar los contratos de alquiler de estos inquilinos (que pasarán de 700 euros mensuales a 2.000). Su contrato finalizó en abril de 2022, después de dos décadas viviendo en la finca, y decidió quedarse –junto con otros vecinos– para forzar la negociación colectiva con los nuevos propietarios. Siguió pagando la mensualidad de 700 euros sin irse, y tras dos años de procedimientos judiciales, la Audiencia de Barcelona ha ratificado la sentencia de desahucio.

Negociación inexistente

Por parte del Ayuntamiento de Barcelona, el alcalde Jaume Collboni ha anunciado hoy que se ha abierto un proceso de negociación entre ambas partes, algo que el Sindicat de Llogateres no ha tardado en negar. «Somos conscientes de que el Síndic de Greuges está haciendo esfuerzos por establecer una negociación a través de la mediación, pero desmentimos que exista una negociación», asegura el sindicato, que lamenta que Collboni esté «intentando instrumentalizar la lucha de las inquilinas».