Un cocinero con muchos seguidores

Rafuel, el «influencer» que cada día cocina fácil

El chef, muy conocido y seguido en las redes sociales, recoge en un nuevo libro algunas de sus recetas fundamentales

Rafuel trabajando en su cocina
Rafuel trabajando en su cocinaPlaneta

Estamos acostumbrados a ver cómo las redes sociales son una pasarela de postureo, de aparentar cosas que no son por un puñado de clics. Afortunadamente hay excepciones y una de ellas es Rafael Antonín, más conocido como Rafuel, uno de los más conocidos y reconocidos «influencers» que hay en la galaxia virtual. A Rafuel se le sigue porque cada día cocina para sus centenares de miles de seguidores, todo ello con una in- condicional apuesta por la tradición.

Eso es lo que encontramos en su nuevo y esperado recetario, «Grandes éxitos de Rafuel», que acaba de publicar Planeta en castellano y Columna en catalán donde encontramos algunas de las propuestas más celebradas del cocinero.

Es el caso de sus tortillas de mil sabores, como por ejemplo la de cebolla caramelizada con provolone y trufa, o su fascinación por mostrarnos todas las variantes que nos pueden aportar los arroces, como ha demostrado con su reconocido risotto. Todo ello en un libro con unas setenta recetas que codifican su personal universo

gastronómico desde aperitivos y entrantes a caldos pasando por bocadillos, huevos, carnes, legumbres o pescados, sin olvidarse de los postres.

«Con la cocina hay que disfrutar. Hay que darle cariño. No puede ser de otra manera», explicó hace unos días Rafuel en un encuentro con medios para hablar de su nueva propuesta editorial. En su hogar barcelonés, nuestro protagonista cocina ante un millón de seguidores repartidos entre Instagram y Tik Tok.

Rafuel es un defensor a ultranza de volver a lo que se ha hecho siempre entre fogones. «Estamos cansados de que nos oculten la comida y es por eso que volvemos a lo tradicional. Eso es lo que nos gusta porque lo otro cansa», aseguró. Lo que preparaba su madre es su referente porque «cuando llegabas a casa el premio era tener un buen almuerzo». De ese tiempo, el plato que recuerda con más cariño son las gambas.

El cocinero es partidario de comer por la noche en casa porque «ir a cenar fuera ya no es un regalo. Luego duermo mal si son más de tres horas sentado. El placer de lavarte los dientes y el de la siesta no te lo puede ofrecer ningún restaurante». A ello hay que sumar que a Rafuel le gusta estar en la cocina porque «lo divertido no es sentarse sino todo el proceso, toda la preparación. En el libro hay mucho de eso y me gusta reivindicarlo», según explica.

Precisamente, respecto a «Grandes éxitos de Rafuel», su autor acentúa un hecho y es que sus páginas pueden y deben mancharse de aceite porque estamos antes una obra que se ha escrito «para estar en la cocina, no en el estante de una librería, porque son recetas fáciles, relativamente económicas y pensadas para todo tipo de edades. Los libros de cocina se han hecho para que se acaben manchando».

Fundamental ha sido en este viaje su colaboración con el fotógrafo Joan Pujol Creus. «Ha sido un trabajo muy intenso, aunque nos lo hemos pasado genial. Solamente

le regañaba si tardaba en hacer la fotografía porque si el plato se enfría no es lo mismo. También queríamos que la luz fuera lo más clara posible. No hemos comido

mucho mientras hacíamos las recetas, pero al menos se ha llevado tuppers con lo que cocinábamos. Aún no me ha devuelto cinco de ellos», dice con humor el cocinero e «influencer».

Las propuestas de Rafuel giran alrededor de lo que es mejor para poder soportar la semana, intentando que todo sea lo más equilibrado posible. El seguido cocinero

de 65 años –muy vitales– apunta que «no se me ocurrirá cocinar un chuletón un lunes, sino que es mejor preparar una pasta o algo muy suave, para ir subiendo a lo largo de los días, y para un jueves nada mejor que unas patatas bravas, que es en lo que todo el mundo está pensando con la perspectiva del fin de semana».

Cuando se le pregunta por referentes, por aquellos modelos que le gusta seguir para su cocina, el nombre que le gusta citar es el del televisivo Karlos Arguiñano. ¿Por qué él y no otro? «Porque cocina como lo haríamos en casa y no en un restaurante de tres estrellas Michelin».

Muchas de las recetas del libro contienen algunos de los trucos que han hecho al cocinero uno de los más queridos y buscados en redes sociales. Una de las sorpresas de esta obra es que el propio Rafuel también hace públicos algunos de sus trucos. Es el caso del salpicón de mariscos, la pasta con guanciale, pecorino y parmesano, la lubina al horno el rape con berberechos, el potaje de garbanzos con bacalao o la paletilla de cabrito al horno. Recetas, que como dice su autor, pueden elaborar desde jóvenes a aquellos que ya tengan setenta años.