El retorno de los 'motards', los radicales independentistas de dos ruedas

Los 'Motards', aquel grupo de radicales independentistas que van en moto reivindicando la independencia unilateral de Cataluña y esparciendo su odio al resto de España, han vuelto a las carreteras de la región.

El pasado domingo, 1 de octubre, salieron desde Sitges a primera hora de la mañana y recorrieron las calles de Barcelona en honor al intento de golpe de Estado de XX en el que trataron de dar con la celebración de un referéndum ilegal los dirigentes del procés. La ruta culminó en la cárcel Modelo de la capital, donde celebraron varios actos conmemorativos del 1-O y en honor a los CDR.

Por supuesto, estaban presentes en el acto convocado a las 11.00 horas en la plaza Urquinaona convocada por la extremista Asamblea Nacional Catalana (ANC) en el que se llegó a a arrojar un retrato del rey Felipe VI a un contenedor y se censuró que los dos principales partidos independentistas, ERC y Junts, estén negociando con el PSOE y Sumar su apoyo para la revalidación del gobierno. Acudieron a la llamada alrededor de 500 personas.

En su momento, fueron el principal grupo de apoyo del expresident Quim Torra, a quien escoltaban con sus escuadrones vestidos de cuero y con reminiscencias paramilitares. Le acompañaron en la mayoría de sus polémicos actos durante su etapa presidente autonómico, como en el intento de parar el traslado de los presos del procés.

Esta es la segunda reaparición del grupo de moteros: se encargaron de la seguridad y la vigilancia de la Diada del pasado 11 de septiembre. En el pasado, desempañaban las mismas funciones para la ANC comandados por el exterrorista de Tierra Lliure Fredi Bentanachs.

Polémica con el Ayuntamiento: independetismo sí, pero no Papa Noel

Muchos ciudadanos han mostrado en redes sociales su indignación al ver que el Ayuntamiento de Barcelona, ahora en manos del PSC, ha permitido la movilización en moto de decenas de individuos en favor de las ideas independentistas, cuando en diciembre de 2022, entonces dirigido el consistorio por los comunes y los socialistas en coalición, hicieron todo lo posible por evitar la tradicional Papanoelada infantil.

La Guardia Urbana abrió diligencias contra los organizadores de un acto navideño en moto en el que suelen participan más de 1.500 personas con gran afluencia de los más pequeños y familias completas. Desde el consistorio, a petición de la Sindicatura de Greuges, alegaron que la concentración tenía que ser prohibida por la contaminación que generaría y la acústica del paso de los vehículos de dos ruedas.