Sociedad

Paleoantropología

Un estudio reescribe el origen de los nativos americanos

Puede que estemos equivocados en cuanto al puente entre continentes que nos permitió poblar América, el estrecho de Bering.

Estrecho de Bering fotografiado por la NASA/GSFC/JPL/MISR-Team. A la izquierda se ve Rusia y a la derecha Alaska separadas por apenas 90 kilómetros
Estrecho de Bering fotografiado por la NASA/GSFC/JPL/MISR-Team. A la izquierda se ve Rusia y a la derecha Alaska separadas por apenas 90 kilómetrosNASAfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@546dec3d

El Homo sapines surgió hace algo más de 300 mil años en África y ahora somos casi 8 mil millones de personas repartidas por los cinco continentes. De África pasamos a oriente medio a través de la península arábiga y nos dividimos cruzando Asia hacia el este y Europa al oeste. Embarcamos en canoas, balsas y otras estructuras de madera para alcanzar islas, desde archipiélagos menores hasta grandes masas de tierra, como Australia. Pero ¿cómo llegamos a América? La principal hipótesis plantea que cruzamos a través de un puente de tierra entre Eurasia y América, pero puede que ahora tengamos que replantear lo que sabemos sobre ese periplo transoceánico.

Conocemos ese puente de tierra como estrecho de Bering y separa el noreste de Rusia del noroeste de Alaska. Si lo enfocamos con un satélite veremos que estos continentes apenas están separados por 90 kilómetros de agua. Puede parecer mucho, pero es el punto más estrecho del Océano Pacífico con enorme diferencia. De hecho, tampoco hay zonas más estrechas en el Océano Atlántico, lo cual convierte al estrecho de Bering en un punto de gran interés antropológico. Y es que, aunque 90 kilómetros de mar sigan siendo bastante para las primitivas embarcaciones de hace 15.000 o 20.000 años (que es cuando calculamos que llegó el ser humano a Norte América), por aquel entonces el estrecho de Bering era muy diferente.

Un malentendido helado

Si buscamos en internet encontraremos unas cuantas webs, libros y documentales que relatan cómo, durante el Último Máximo Glacial, se congeló la superficie del mar en el estrecho de Bering, conectando ambos continentes a través del hielo. Por plausible que esto sea, no es del todo correcto. Efectivamente, la conexión entre Norte América y Asia tuvo que ver con la glaciación, pero no porque se congelara el mar, sino por un proceso algo más complejo. Cuando bajan las temperaturas la lluvia se congela mientras cae y se precipita como copos de nieve. Si no se funde durante el final de su caída y la tierra logra mantener la nieve a la temperatura adecuada, el agua empieza a acumularse en tierra firme. Podríamos decir que los glaciales y las grandes masas de nieves perpetuas secuestran en tierra el agua que antes estaba en el mar.

Eso significa que, a medida que en los periodos fríos se secuestra más agua, se reduce la cantidad de ella en los mares y la línea de la costa baja. Eso es lo que sucedió con el estrecho de Bering: las temperaturas retuvieron agua en tierra, bajaron el nivel del mar y dejaron al descubierto un puente de tierra entre Asia y América. La unión no fue por la congelación del mar, sino por las tierras emergidas en aquel momento. De hecho, si lo pensamos, esto tiene más sentido que cruzar 90 kilómetros de inhóspito hielo. Simplemente, las comunidades animales y humanos que vivían en Beringia descubrieron nuevas tierras que explorar y que, sin ellos saberlo, les condujeron hasta un nuevo continente.

Una nueva historia

Hasta ahora creíamos que el puente terrestredel estrecho de Bering se había formado bastante tiempo antes de que lo cruzaran los primeros humanos, pero los últimos estudios sugieren que no quedó expuesto sobre el nivel del mar hasta hace 35.700 años. Esos son más o menos 10.000 años antes del Último Máximo Glacial del que hablábamos antes, que sería el momento en que más extensión cubría el hielo durante la última gran glaciación. Aquel hielo volvió a derretirse hace 13 u 11 mil años, volviendo a inundar el estrecho de Bering y desconectando ambos continentes.

Para determinar esta nueva fecha, los investigadores han usado varias técnicas. Por un lado, han estudiado los isótopos del nitrógeno a uno y otro lado del estrecho de Bering en estratos de distinta antigüedad. Dicho de otro modo: las diferentes variedades en las que se presentaba el nitrógeno a cada lado del estrecho en diferentes momentos de la historia. Teóricamente, las proporciones de los distintos isótopos del nitrógeno deberían ser similares en los momentos en que el estrecho no estuviera separando ambas masas de agua. Gracias a eso han podido estudiar en qué momento se diferenciaron estos niveles y suponer que se debió al aislamiento producido por la bajada del nivel del mar. Por otro lado, crearon simulaciones del avance de las placas de hielo y pudieron comprobar que estas encajaban con el estudio de los isótopos. Futuros estudios tendrán que analizar de qué modo afecta esto a la dispersión de los seres humanos prehistóricos y, por lo tanto, cómo hemos de reescribir nuestra historia.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Las glaciaciones y los periodos de calentamiento global son cíclicos, pero eso no significa que los seres humanos no podamos influir de algún modo, del mismo modo que siempre han ocurrido inundaciones, pero la deforestación y algunas infraestructuras pueden propiciar estas catástrofes naturales.

REFERENCIAS (MLA):