Tecnología

La basura espacial causada por Elon Musk es enorme, pero ahora una startup quiere crear una 'armadura' para proteger a los astronautas

Ante el caos de la basura espacial, que ya provoca mil alertas de colisión diarias, una compañía estadounidense ha desarrollado un blindaje pionero para proteger satélites, astronautas e incluso naves de posibles ataques hostiles

La humanidad ha generado numerosa basura espacial. En la imagen, recreación realizada por la Agencia Espacial Europea
La humanidad ha generado numerosa basura espacial. En la imagen, recreación realizada por la Agencia Espacial Europealarazon

A partir del año 2026, la órbita terrestre podría ser un lugar un poco más seguro. La empresa estadounidense Atomic-6 planea lanzar los primeros satélites equipados con su blindaje de nueva generación, una tecnología que promete abrir un nuevo capítulo en la seguridad de las operaciones espaciales. Este sistema no solo está diseñado para proteger naves y tripulaciones de la chatarra cósmica, sino que también ofrece defensa ante posibles «naves espaciales adversarias», añadiendo un componente estratégico a la ecuación.

En concreto, la clave de esta innovación reside en su capacidad para absorber los impactos sin generar escombros secundarios. Se trata de un sistema de losetas ultraligeras, fabricadas con una combinación de compuestos y resina, que evita el principal problema de los escudos tradicionales: que la propia defensa acabe contribuyendo a la proliferación de más basura en el espacio. Una colisión, por tanto, dejaría de ser el inicio de una peligrosa reacción en cadena.

Asimismo, la eficacia de esta tecnología es notable. Sus creadores aseguran que el escudo ofrece protección contra el 90 % de la basura que actualmente amenaza la órbita baja, una cifra que, según la información publicada por el medio Futurism, incluye la totalidad de los desechos no rastreables de menos de tres milímetros. Estos pequeños proyectiles son, precisamente, los más peligrosos por su abundancia y dificultad de seguimiento.

Una solución para el caos que reina en la órbita terrestre

Y es que el contexto actual justifica la urgencia de estas soluciones. El espacio se ha convertido en un auténtico campo de minas donde, a finales de 2024, ya se registraban unas mil advertencias de colisión diarias. La saturación es tal que redes como la de Starlink, con cerca de 8.600 satélites activos, conviven con una amenaza creciente y descontrolada que pone en jaque cualquier misión, sea tripulada o no.

Sin embargo, el verdadero peligro no está en los objetos que se pueden ver. Aunque las agencias espaciales mantienen un seguimiento de unos 25.000 fragmentos de tamaño considerable, la gran amenaza la constituye un ejército invisible de fragmentos. Se calcula que unos 170 millones de piezas más pequeñas viajan a velocidades extremas sin ningún tipo de control, convirtiendo cada viaje orbital en una empresa de altísimo riesgo.