Química

Cuando cuidarse sale caro: Ciertos productos de uso cotidiano podrían ser tóxicos

Un estudio del instituto de investigación Silent Spring revela que ciertos productos expulsan compuestos volátiles que podrían estar relacionados con una disminución en la fertilidad, cáncer o defectos en el nacimiento.

Cuando cuidarse sale caro: Ciertos productos de uso cotidiano podrían ser tóxicos
Cuando cuidarse sale caro: Ciertos productos de uso cotidiano podrían ser tóxicosExcellentccPixabay

La vida no sería posible sin la química, todas las reacciones que se producen en nuestro organismo dan productos que son necesarios y otros de deshecho que son expulsados naturalmente por el cuerpo. Ahora bien, en el exterior del cuerpo existen productos químicos potencialmente peligrosos a los que nos exponemos a menudo. Cuando están en forma sólida o líquida son fáciles de identificar, como por ejemplo los productos de limpieza, que contienen una serie de etiquetas identificativas según su peligrosidad. También hay compuestos químicos en el aire que nos pueden causar daños, como el humo del tabaco o la contaminación atmosférica generada por la combustión de hidrocarburos. Sin embargo, un nuevo estudio revela que algunos compuestos volátiles sobre los que se tiene menor conciencia están presentes en productos de uso diario y podrían ser perjudiciales.

Una alta exposición crea el riesgo

Muchos productos comunes, como champús, lociones corporales, limpiadores, bolas de naftalina y quitaesmaltes contienen compuestos orgánicos volátiles tóxicos. Estos compuestos pueden escapar de los productos en forma de gases y acumularse en el aire de los hogares, por lo que, si alcanzan suficiente concentración, podrían crear problemas de salud, e incluso favorecer la aparición de cáncer. Como las empresas, en general, no están obligadas a revelar todos los componentes que conforman sus productos ni sus porcentajes, es difícil saber a qué puede estar expuestos los consumidores y cuáles son sus posibles efectos sobre la salud. Por ello, sería importante analizar cómo de saludable es el aire en cada hogar tras el uso de ciertos productos, una tarea hercúlea y casi imposible, por lo que los investigadores del Silent Spring se las han ingeniado para encontrar otras fuentes de datos.

¿Dónde obtener datos?

Observando los diferentes registros, encontraron que La Junta de Recursos Atmosféricos de California -CARB por sus siglas en inglés- lleva más de 30 años realizando un seguimiento de ciertos compuestos orgánicos volátiles con el fin de reducir el smog. En presencia de la luz solar, Algunos de estos químicos reaccionan con otros contaminantes atmosféricos para formar ozono, un gas conocido por protegernos de los rayos UV del Sol, pero que a nivel del mar es un poderoso oxidante y el principal ingrediente del smog. En el marco de su programa de regulación de productos de consumo, la CARB realiza encuestas periódicas a las empresas que venden productos en California, recopilando información sobre una amplia gama de artículos, desde lacas para el pelo hasta líquido limpiaparabrisas. Los datos incluyen información sobre la concentración de compuestos volátiles utilizados en diversos tipos de productos -aunque no nombra marcas concretas- y la cantidad de cada tipo de producto que se vende en el estado.

Productos potencialmente peligrosos

En un informe publicado en la revista Environmental Science & Technology, los investigadores analizaron los datos más recientes de la CARB, y se centraron en los compuestos volátiles que fueron incluidos en la Proposición 65 porque aumentan el riesgo cáncer,defectos de nacimiento u otros daños reproductivos. El análisis descubrió que más de 100 tipos de productos cotidianos contienen estos compuestos potencialmente perjudiciales. En total, los investigadores identificaron 30, entre ellos una docena de productos de cuidado personal que requieren un escrutinio especial, ya que con frecuencia contienen otros tipos de sustancias químicas nocivas no volátiles y pueden plantear el mayor riesgo para la salud.

Los productos utilizados durante la jornada laboral son especialmente preocupantes, señalan los autores, porque los trabajadores utilizan a menudo muchos artículos, cada uno de los cuales contiene, probablemente, al menos una sustancia química peligrosa. Entre los trabajos que se exponen a mayor riesgo se encuentran las empresas dedicadas a limpieza de edificios, donde encontraron más de 20 compuestos peligrosos y los salones de manicura y peluquería, donde se utilizan esmaltes y quitaesmaltes, adhesivos para uñas artificiales y otros cosméticos. "Este estudio es el primero que revela hasta qué punto se utilizan compuestos volátiles tóxicos en productos cotidianos de todo tipo que podrían provocar graves problemas de salud", afirma la autora principal, Kristin Knox, científica del Instituto Silent Spring. "Hacer pública esta información podría incentivar a los fabricantes a reformular sus productos y utilizar ingredientes más seguros". Además, este estudio pone de manifiesto la importancia de revisar y realizar estudios estadísticos con la enorme cantidad de datos que se generan en las diferentes disciplinas científicas. Los datos que se toman con un objetivo en mente pueden servir para realizar otros estudios que puedan ayudar a mejorar las condiciones de vida, como en este caso, la salud.

QUE NO TE LA CUELEN

  • Es importante tampoco caer en un miedo irracional a todo lo que lleve “compuestos químicos”. Como se nombra en el primer párrafo, la vida en su más básico son reacciones químicas, por lo que es absurdo pensar en un “mundo sin químicos”. Ahora bien, es importante seguir estudiando las consecuencias de la exposición de ciertos químicos a largo plazo para maximizar las posibilidades de envejecer de manera saludable.

Referencias (MLA):