Biología

A los gusanos que te vuelven zombi, les falta un tercio de su ADN

Esta podría ser la causa de que parasiten al organismo huésped, obligándole a desempeñar ciertas tareas.

Gusano nematomorpho
Gusano nematomorphoBruno de MedeirosBruno de Medeiros

En un mundo lleno de animales extraños, los gusanos de pelo o nematomorpha, se encuentran en un puesto de privilegio. Se trata de gusanos parásitos que manipulan el comportamiento de sus anfitriones en lo que a veces se llama control mental o modo zombi. Pero estos no son los únicos parásitos capaces de "controlar la mente". Se trata de un comportamiento que surge en protozoos como el organismo responsable de la toxoplasmosis, que reduce el miedo de los roedores a los gatos o en el hongoOphiocordyceps, que se hizo famoso por el videojuego y la serie The Last of Us, que manipula a las hormigas para que propaguen las esporas del hongo. Pero los gusanos de pelo tienen algo que los hace diferente: le falta gran parte de su ADN.

De acuerdo con un estudio publicado en Current Biology a estos animales les falta alrededor del 30% de los genes que los autores, liderados por Tauana Cunha, esperaban que tuvieran. Además, los genes que faltan son responsables del desarrollo de los cilios, esas estructuras similares a pelos presentes en al menos algunas de las células de todos los demás animales conocidos. Los gusanos pilosos se encuentran en todo el mundo y se asemejan a hilos delgados de un par de centímetros de largo. Sus cuerpos simples insinúan su estilo de vida parasitario: no tienen sistemas excretores, respiratorios o circulatorios, y pasan casi toda su vida dentro de los cuerpos de otros animales. "Una de las mejores cosas, quizás por lo que son más conocidos, es que pueden afectar el comportamiento de sus anfitriones y hacer que hagan cosas que de otro modo no harían", explica Cunha.

En total hay unos pocos cientos de especies de gusanos de pelo de agua dulce y su vida no es nada agradable a nuestros ojos. Sus huevos eclosionan en el agua, y las larvas son devoradas por diminutos depredadores que viven en el agua. Estos, a su vez, son devorados por otros depredadores terrestres más grandes, como los grillos. Aquí empieza lo grotesco: después de crecer hasta la edad adulta dentro de los cuerpos de sus nuevos anfitriones, los gusanos pilosos manipulan el comportamiento de los anfitriones, haciendo que salten al agua. Allí, los gusanos salen nadando por el recto de sus anfitriones y buscan pareja para comenzar el ciclo de nuevo.

Por extraño que sea el comportamiento de los gusanos del pelo, el interés de investigación en los animales tiene más que ver con su ADN. “Nos propusimos secuenciar sus genomas, porque nunca antes se había secuenciado nada como ellos a ese nivel - añade Cunha, del Chicago Field Museum - . El objetivo era producir esos genomas y eventualmente usarlos para comprender las relaciones evolutivas entre los gusanos pilosos y otros tipos de animales”.

Para ello, tomaron muestras de ADN de dos especies de gusanos pilosos, una de agua dulce y otra de agua salada, y las secuenciaron. Pero cuando compararon los códigos genéticos de los gusanos pilosos con los de otros animales, encontraron algo sorprendente. "Lo que descubrimos fue que a ambos carecían de alrededor del 30% de un conjunto de genes que están presentes básicamente en todos los grupos de animales - afirma la líder del estudio - .La gran mayoría de los genes faltantes eran exactamente iguales entre las dos especies. Esto era imposible que ocurriera por casualidad o por un error en los análisis”.

Al analizar qué funciones desempeñan los genes que faltan en otros grupos de animales, Cunha y sus colegas demostraron que dan las instrucciones para producir cilios. “Los cilios son orgánulos, pequeñas estructuras a nivel celular, que básicamente están presentes en todos los animales e incluso más ampliamente, en protistas y algunas plantas y hongo - añade Cunha -. Así que están presentes en una gran diversidad de vida en la Tierra: en muchas de las células del cuerpo humano, como por ejemplo, las colas de los espermatozoides son cilios, y las células de la retina de nuestros ojos también tienen cilios".

Previamente, los científicos habían descubierto que a los gusanos pilosos les faltaban cilios donde normalmente se encuentran. El esperma del gusano del pelo, por ejemplo, no tiene cola. Pero aunque nadie había visto nunca una célula ciliada de un gusano piloso, eso no se consideró una prueba definitiva de que no las tuvieran. Es difícil probar algo con evidencia negativa. "Según observaciones anteriores, no parecía que los gusanos del pelo tuvieran cilios, pero no lo sabíamos con certeza - señala esta experta nacida en Brasil -. Ahora, con los genomas, vimos que en realidad carecen de los genes que producen cilios en otros animales. Es decir: no tienen la maquinaria para producir cilios".

Además, el hecho de que tanto la especie de gusano piloso de agua dulce como la marina hayan perdido los genes de los cilios indica que este cambio evolutivo ocurrió en el pasado remoto del ancestro común de las dos especies. El hallazgo abre la puerta a varias preguntas nuevas. No está claro cómo la falta de cilios ha afectado a los gusanos del pelo, o si su comportamiento parasitario podría estar relacionado con la falta de cilios.

"Hay muchos otros organismos parásitos a los que no les faltan estos genes específicos, por lo que no podemos decir que los genes faltan debido a su estilo de vida parasitario - concluye Cunha -. Pero a los organismos parásitos en general a menudo les faltan muchos genes. Se plantea la hipótesis de que debido a que los parásitos no usan ciertas estructuras y, en cambio, dependen de sus anfitriones, terminan perdiéndolas. Estudios como este podrían ayudar a los científicos a encontrar denominadores en común para comprender cómo funciona el comportamiento parasitario. Y encontrar un remedio en caso de ser necesario".