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Descubrimiento

Un nuevo estudio revela que los primeros humanos modernos de la Península Ibérica eran magníficos cazadores

Los hallazgos muestran que el interior peninsular fue ocupado de forma estratégica durante el Paleolítico Superior temprano

Un nuevo estudio revela que los primeros humanos modernos de la Península Ibérica eran magníficos cazadores Archaeology News

Un nuevo estudio arqueozoológico revela información fascinante sobre la presencia y actividades del Homo sapiens en la península ibérica. La investigación, desarrollada en el Abrigo de la Malia, ubicado en Tamajón, Guadalajara, documenta ocupaciones humanas prolongadas y sofisticadas. El trabajo científico, publicado en Quaternary Science Advances, aporta evidencias significativas sobre la capacidad de adaptación de nuestros antepasados en un entorno climáticamente complejo.

Los investigadores descubrieron rastros de ocupaciones humanas que abarcan un extenso período, demostrando una presencia continuada y estratégica en la Meseta Central. La investigación desafía la percepción tradicional de un interior peninsular despoblado durante el Paleolítico Superior temprano.

Técnicas de caza y adaptación

Las evidencias arqueológicas revelan un grupo humano altamente especializado en la caza de ungulados. Los hallazgos incluyen restos de ciervo, caballo silvestre, bisonte y rebeco, que fueron procesados con una técnica de carnicería meticulosa. Los científicos identificaron características que demuestran un profundo conocimiento del entorno. La selección preferente de animales en edad reproductiva prime y la capacidad para cazar especies de diferentes hábitats reflejan una comprensión sofisticada de la ecología local.

El abrigo no fue concebido como un asentamiento permanente, sino como un campamento estacional de caza. La presencia de estructuras de combustión y la baja intervención de carnívoros sugieren un control significativo del espacio. Este estudio no solo reconstruye la ocupación humana del interior peninsular, sino que también cuestiona los sesgos de investigación tradicionales centrados en zonas costeras. La continuidad tecnológica observada indica una notable capacidad de adaptación de los primeros Homo sapiens. Los investigadores anticipan futuras excavaciones en el sistema kárstico de Tamajón que podrán proporcionar información adicional sobre estas fascinantes ocupaciones prehistóricas.

La publicación representa un hito en la comprensión de las estrategias de supervivencia humana, revelando la complejidad y resiliencia de nuestros antepasados en un entorno cambiante y desafiante.