
Evolución
¿Por qué somos la única especie con los ojos blancos?
Técnicamente, la esclerótica es una capa protectora que en los humanos es completamente blanca, mientras que en la mayoría de los animales es oscura.

Una imagen vale más que mil palabras, los ojos son el espejo del alma… La sabiduría popular se basa en lo evolutivo para explicar lo importante que es la mirada en nuestra especie. Y en otras. El blanco del ojo (o esclerótica, como se le llama técnicamente) es la capa protectora opaca que encierra todo el globo ocular. En los humanos, toda la esclerótica es blanca, pero la mayoría de los mamíferos tienen una esclerótica oscura en la parte frontal o de un color similar al del iris, con solo una estrecha banda de esclerótica blanca visible ocasionalmente.
La esclerótica oscura de la mayoría de los mamíferos podría haber evolucionado para garantizar que un destello blanco de sus ojos no atrajera la atención hacia ellos mientras acechaban en las sombras. O para que sus rivales no supieran exactamente hacia dónde miraba, por ejemplo, a una presa. Pero en los humanos, nuestros ojos pueden haber desarrollado una esclerótica blanca, ya que facilita ver en qué dirección estamos mirando.
Esta hipótesis es conocida como “del ojo cooperativo” y fue propuesta originalmente en 2001 por científicos del Instituto de Tecnología de Tokio. Los autores sugieren que ser capaz de determinar rápidamente la dirección de la mirada de alguien es una parte importante de la comunicación no verbal. Esto pudo haber sido útil para nuestros antepasados cuando cazaban en grupo: un rápido movimiento de los ojos de un cazador sería suficiente para alertar a los demás de que habían visto algo.
Lo sorprendentemente es que los ojos con esclerótica blanca son raros entre los otros grandes simios. Esto puede deberse a que sus sociedades son menos cooperativas y es más importante ocultar la dirección de la mirada de los demás, para no delatar la ubicación de la comida, por ejemplo. Pero no todo en este caso es blanco o negro.
Otros estudios han descubierto que algunas especies de cánidos, aquellas que cazan en grupo, tienen muchas más probabilidades de tener ojos con esclerótica blanca que las que cazan solas. Pero la señalización de la mirada no es la única razón posible de la esclerótica blanca en los humanos y algunos animales. También puede haber evolucionado como una forma de señalar la salud física: enfermedades como la hepatitis pueden teñir la esclerótica de amarillo.
Y aun así, algunos primates muestran una esclerótica blanca, lo que tiene confundido a muchos científicos. En este sentido, Kevin Lee, doctor en antropología evolutiva, ha publicado un estudio mostrando datos que muestran que suficientes chimpancés tienen esclerótica blanca para que la característica sea más que una anomalía entre ellos
“La esclerótica blanca se considera a menudo un rasgo exclusivamente humano en la literatura académica – explica Lee en un comunicado -. Nuestro estudio confirma que este no es el caso. Casi uno de cada seis chimpancés en Ngogo (Uganda) tenía esclerótica blanca total o parcial en al menos un ojo, que tendía a ser más visible cuando la mirada se desviaba en lugar de ser directa”.
Esto podría contener información clave sobre cómo evolucionaron los humanos y por qué nuestras escleróticas son blancas. El estudio señala que hay muchas otras especies domesticadas que presentan lo que se conoce como neotenia, la retención de rasgos juveniles en la edad adulta y la esclerótica blanca podría estar entre ellas. Será necesario investigar más sobre por qué algunos chimpancés todavía tienen esclerótica blanca y otros no.
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