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Espacio

Quién es Alyssa Carson, la estudiante de astrobiología que se prepara para viajar a Marte

Desde que era una niña, Alyssa Carson tiene claro a dónde quiere llegar: al espacio. Hoy, con 24 años, esa obsesión infantil se ha convertido en el eje de su vida

Quién es Alyssa Carson, la estudiante de astrobiología que se prepara para viajar a Marte Unsplash

Desde que era una niña, Alyssa Carson tiene claro a dónde quiere llegar: al espacio. Hoy, con 24 años, esa obsesión infantil se ha convertido en el eje de su vida. Estudia un doctorado en astrobiología, se ha formado en programas avanzados de entrenamiento espacial y ha orientado cada decisión académica y profesional a un mismo objetivo, estar en la primera misión tripulada a Marte.

Nacida y criada en Luisiana, ha crecido en paralelo al propio sueño de la industria espacial. Mientras NASA y distintas compañías privadas miran a Marte como el próximo gran destino, ella se ha ido preparando para estar lista cuando llegue el momento. No tiene garantizada una plaza ni un contrato con ninguna agencia, pero su trayectoria -formación científica, entrenamientos, divulgación y especialización en el planeta rojo- la ha convertido en uno de los nombres que más suenan cuando se habla de quién podría formar parte de esa primera tripulación.

Un sueño que empezó con un dibujo animado

Carson nació en 2001 en Hammond (Luisiana) y creció en Baton Rouge. Su fijación con Marte llegó muy pronto, con solo tres años vio un capítulo de la serie infantil The Backyardigans en el que los personajes viajaban al planeta rojo. Aquello fue suficiente para que le dijera a su padre que quería ser astronauta y viajar a Marte.

Lejos de quedar como un sueño pasajero, su padre la llevó a su primer Space Camp de la NASA en Alabama cuando tenía siete años. Desde entonces repitió tantas veces que terminó convirtiéndose en la única persona que ha asistido a todos los campamentos espaciales de la agencia, incluidos los de Canadá y Turquía. También completó el programa "NASA Passport", visitando los 14 centros de visitantes de la NASA en Estados Unidos.

Con los años, aprendió varios idiomas, empezó a dar charlas públicas sobre exploración espacial siendo aún una adolescente y se convirtió en una presencia recurrente en medios y conferencias dedicadas al espacio.

De los campamentos espaciales al laboratorio

Hoy, Carson combina esa faceta divulgativa con una carrera científica plenamente enfocada en Marte. Se graduó en astrobiología en el Florida Institute of Technology y actualmente realiza un doctorado en la Universidad de Arkansas, donde investiga cómo podrían sobrevivir ciertos microorganismos en condiciones similares a las del planeta rojo.

Su apodo, "NASA Blueberry", procede de un mono azul que llevó en sus primeros campamentos espaciales. En redes sociales utiliza ese nombre para contar su día a día como joven científica y aspirante a futura astronauta.

Además de su formación académica, su preparación incluye:

  • Participar en el programa Advanced PoSSUM Academy, donde obtuvo certificación en "astronáutica aplicada" como research astronaut trainee.
  • Entrenamientos de supervivencia en el agua, vuelos en microgravedad, formación en fuerzas G y buceo.
  • Obtener la licencia de piloto a los 18 años.

Conviene matizar un punto importante: aunque muchos titulares la han presentado como "astronauta en entrenamiento de la NASA", la propia agencia ha aclarado en varias ocasiones que no tiene ningún vínculo oficial con ella ni la está preparando para una misión concreta. Carson es, hoy por hoy, una joven científica y divulgadora con una trayectoria muy ligada al ecosistema espacial, pero no forma parte del cuerpo de astronautas de ninguna agencia.

Por qué Marte es su destino (y el de la próxima gran aventura espacial)

En una reciente entrevista en el Flight Club Podcast, Carson explicaba por qué está tan convencida de que Marte es el siguiente paso lógico en la exploración espacial: después de la Tierra, es el planeta que mejor conocemos, el más estudiado y el que más preguntas despierta sobre la posibilidad de vida pasada o presente. En su campo, la astrobiología, esa es la gran cuestión pendiente.

Durante décadas, orbitadores y rovers han analizado la superficie y la atmósfera marcianas, pero Carson insiste en que el salto cualitativo llegará cuando haya seres humanos trabajando sobre el terreno: "Nada, dice, se compara con lo que puede descubrir un equipo de científicos pisando el planeta frente a lo que permite un robot a millones de kilómetros".

Las fechas que se manejan para una misión tripulada siguen moviéndose en una horquilla amplia, pero tanto NASA como otras agencias y empresas privadas señalan la década de 2030 como objetivo razonable para enviar a los primeros humanos al planeta rojo.

Los retos reales de viajar a Marte

Con la tecnología actual, llegar a Marte en una trayectoria "clásica" llevaría entre seis y nueve meses de viaje, según las estimaciones de NASA y de varios proyectos de exploración. Eso implica:

  • Una exposición prolongada a radiación y microgravedad, con efectos sobre huesos, músculos, riñones y sistema nervioso.
  • La necesidad de diseñar cápsulas y hábitats capaces de proteger a la tripulación durante años, incluyendo el viaje de vuelta.
  • Una logística compleja para suministros, comunicaciones y posibles emergencias a millones de kilómetros de la Tierra.

Carson confía en que los avances en propulsión puedan acortar estos tiempos de viaje (algunos estudios exploran incluso tecnologías de velas láser que reducirían drásticamente el trayecto). Mientras tanto, sigue acumulando experiencia en simulaciones, entrenamientos y proyectos relacionados con Marte, con una idea fija: cuando llegue el momento de seleccionar a la tripulación, quiere estar en la lista.