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Suplementos

Uno de los suplementos alimenticios más baratos puede elevar tu mente según un estudio científico

Una nueva investigación subraya la intrincada conexión entre la salud intestinal y la función cognitiva en la vejez

El cerebro y la conciencia humana Espacio Misterio

Un estudio pionero llevado a cabo con parejas de gemelos ha arrojado luz sobre el posible impacto de ciertos suplementos dietéticos en la memoria de las personas mayores. Los hallazgos sugieren que la ingesta diaria de prebióticos y proteínas podría potenciar las capacidades cognitivas en individuos a partir de los sesenta años. El cerebro tiene funciones que no siempre conocemos y a esto hay que sumarle formas de potenciarlo que antes nos eran desconocidas.

Esta investigación reviste un interés particular, especialmente si consideramos que las pruebas de memoria visual y aprendizaje empleadas en el estudio son las mismas que se utilizan habitualmente para la detección temprana de señales de alzhéimer. Los resultados abren una vía de estudio de calado para la salud cerebral en la tercera edad.

Los suplementos empleados en el ensayo son dos tipos de fibras prebióticas de origen vegetal, fácilmente accesibles y de coste reducido en el mercado. Esta característica los hace aptos para una posible aplicación generalizada si futuras investigaciones confirman sus beneficios a largo plazo. Ahora que conocemos mejor el cerebro gracias a que lo hemos mapeado

Desvelando el vínculo entre el intestino y la mente

El estudio, liderado por investigadores del King's College de Londres, se centró en 36 parejas de gemelos con edades superiores a los sesenta años. Cada pareja fue dividida de forma aleatoria, de manera que uno de los gemelos recibía una dosis diaria de prebiótico, disuelto en una proteína en polvo, mientras que el otro recibía un placebo con la misma proteína. En total, uno de los suplementos era inulina, una fibra dietética, y el otro, un fructooligosacárido (FOS), un hidrato de carbono vegetal. Tal y como Sciencealert informa, el ensayo se realizó a doble ciego.

Tras un período de tres meses, el gemelo que había tomado el prebiótico, sin conocerlo, mostró generalmente una puntuación superior en las pruebas cognitivas. Este efecto se observó específicamente en aspectos relacionados con la memoria y el procesamiento de información, dos funciones cerebrales esenciales que suelen deteriorarse con la edad.

Además de las mejoras cognitivas, la ingesta diaria de estas fibras dietéticas se relacionó con modificaciones sutiles en la microbiota intestinal de los gemelos. En concreto, se detectó un aumento notable de la bacteria beneficiosa Bifidobacterium en aquellos que habían recibido inulina o FOS. Este hallazgo es de especial interés, ya que estudios previos con roedores han sugerido que Bifidobacterium contribuye a reducir los déficits cognitivos a través de la regulación de las conexiones entre el intestino y el cerebro.

La creciente evidencia sobre la estrecha comunicación entre el intestino y el cerebro ha llevado a algunos expertos a referirse al intestino como el 'segundo cerebro' del cuerpo. Este estudio refuerza esta perspectiva, sugiriendo que la alimentación y el estado de la microbiota intestinal pueden tener un impacto considerable en nuestra salud mental a medida que envejecemos.

Implicaciones y próximos pasos en la investigación

Mary Ni Lochlainn, investigadora de medicina geriátrica en el King's College de Londres, ha subrayado el potencial de estos cambios observados en tan solo doce semanas, afirmando que suponen una gran promesa para la salud cerebral y la memoria en la población envejecida. Este tipo de investigación puede abrir nuevas vías para vivir de forma más saludable durante más tiempo.

Aunque los prebióticos mostraron mejorar ciertos aspectos de la función cognitiva, como la memoria, no se observaron mejoras físicas considerables, como la pérdida de masa muscular, a pesar del papel de la inulina y el FOS en el mantenimiento musculoesquelético. Claire Steves, geriatra del KCL, destacó que estas fibras vegetales, al ser económicas y disponibles sin receta, podrían beneficiar a un amplio grupo de personas.

La metodología de estudio con gemelos es especialmente valiosa, pues permite diferenciar de forma más precisa entre los efectos de la genética y los del entorno en la salud humana. No obstante, los investigadores reconocen que la mayoría de los participantes en este ensayo eran mujeres, lo que podría introducir un sesgo de selección.

Los futuros pasos de la investigación se centrarán en determinar si estos efectos positivos se mantienen durante periodos más prolongados y en grupos de población más extensos. Esta continuidad es crucial para validar la aplicación de estos hallazgos en la práctica clínica y para desarrollar estrategias efectivas que mejoren la calidad de vida de nuestros mayores.