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La Comunitat Valenciana, de montaña en montaña

De norte a sur, la región reúne infinidad de parajes naturales ideales para una excursión familiar o para una aventura deportiva

Imagen de la Penya Foradada, famosa por el agujero en su parte superior y porque a través del mismo los rayos del sol iluminan el Convento Franciscano de la Gallinera
Imagen de la Penya Foradada, famosa por el agujero en su parte superior y porque a través del mismo los rayos del sol iluminan el Convento Franciscano de la Gallineralarazon

Resulta del todo imposible resumir en una sola página ni siquiera la mitad, ni la cuarta parte, de las maravillas montañeras que reúne la Comunitat Valenciana, no solo en las zonas del interior, más asociadas a este tipo de parajes, sino también en su costa. Aquí se han seleccionado solo unas cuantas de esas joyas para los senderistas, tanto principiantes como medios y más avanzados, que quieran conocer algo más de esta región y disfrutar del medio ambiente.

Barranc de l’Infern (Alicante)

También conocido como la catedral del senderismo. Esta ruta es un tanto exigente, aunque las vistas sin duda valen la pena. En el corazón de la Vall de Laguar, en el interior de la provincia de Alicante, se esconde este espectacular y angosto cañón que las aguas del Riu Girona han ido socavando a lo largo de miles de años, tal y como ha quedado escrito en todas y cada una de las piedras del barranco.

Esta ruta circular empieza en el pequeño municipio de Fleix, uno de los tres que componen la Vall de Laguar junto a Benimaurell y Campell, y recorre todo el cañón en un camino de tramos ascendentes y descendentes. Sin duda el Barranc de l’Infern es famoso por los 6.800 escalones de piedra que el excursionista puede encontrar al principio de la ruta, aunque no debe llevarse a engaño. La comodidad que aportan estos escalones se produce solo al principio del camino.

El itinerario tiene una extensión de 14 kilómetros con un desnivel de 800 metros. El tiempo de recorrido oscila entre las cinco y las siete horas.

Penya Foradada (Alicante)

La Vall de la Gallinera, conformada por ocho municipios, no solo es famosa por sus preciosos cerezos en flor, sino también por esta curiosa formación rocosa a la que se puede acceder de forma sencilla con un tranquilo paseo.

Una de las principales curiosidades de esta enorme roca agujereada, es que cada 9 de marzo y 4 de octubre, festividad esta última de Sant Francesc d’Asis, los rayos de sol atraviesan el agujero e iluminan el Convento franciscamo de la Gallinera, un fenómeno que dura pocos minutos y que ya está documentado desde el siglo XVII, concretamente desde 1611 por los propios franciscanos.

Benicadell (Valencia)

La subida a esta montaña es de nivel medio, sin gran dificultad, y arranca en el tranquilo municipio de Beniatjar. La sierra de Benicadell hace de frontera natural entre las provincias de Valencia y Alicante, separando las comarcas de la Val d’Albaida y del Comptat. El elegante perfil de su cresta y sus condiciones de atalaya natural hacen de esta montaña un punto de visita obligado para montañeros.

El recorrido, perfectamente señalizado, consta de 14 kilómetros con un desnivel de 800 metros que se pueden recorrer en tres horas y media.

Un paraje durante la subida al Benicadell
Un paraje durante la subida al Benicadelllarazon

La Murta (Valencia)

El imponente Monasterio de Santa María de la Murta es sin duda el núcleo duro de esta ruta situado en Alicra y que consta de varios itinerarios de diversa dificultad. Algunos, un poco más atrevidos para los más intrépidos, y otros mucho más sencillos para una excursión con toda la familia. En cualquier caso no es extraño encontrar a corredores de «trail» entrenando en sus laderas.

En plena Sierra de Corbera -entre las Sierras del Cavall Bernat i de Les Agulles- es uno de los enclaves emblemáticos de la geografía valenciana, especialmente en lo que a su flora se refiere.

Agujas Sta Águeda (Castellón)

Este enclave no puede calificarse de senderista, puesto que en bastantes puntos del recorrido habrá que trepar, por lo que el uso de las manos será muy importante. Las Crestas de Santa Águeda es una de esas montañas que se encuentran en la costa de la región, concretamente en Benicàssim, y la vista desde lo alto bien vale la pena haber tenido que escalar, aunque hay que tener en cuenta que la subida es peligrosa y hay que estar preparado.

Les Agulles es uno de los puntos más destacados del Desert de les Palmes, declarado paraje natural protegido en el año 1989. Con una superficie protegida que ocupa un total de 3.200 hectáreas, la cota máxima del paraje se encuentra en el pico del Bartolo (736 metros) -desde donde en días claros se puede observar la Reserva Natural Marina de les Illes Columbretes.