Valencia cierra cementerios, salas de velatorio y cancela todas las bodas civiles

El Ayuntamiento de Valencia ha acordado el cierre de los cementerios y salas de velatorio del tanatorio y la suspensión de los oficios religiosos para contribuir a la contención del coronavirus y ha decidido reducir el horario de atención en los mercados municipales de 9.00 a 14.00 horas.

El concejal de Cementerios y Servicios Funerarios, Alejandro Ramón, ha firmado este martes una resolución que concreta cómo se aplica a la ciudad lo dispuesto en la normativa de contención del virus. En ella se decreta la prohibición de la prestación del servicio habitual de salas de velatorio de cadáveres y de todas las celebraciones religiosas y laicas en los tanatorios-crematorios públicos de la ciudad (tanto el que gestiona Funespaña como el municipal).

Esta indicación afecta ahora a todas las defunciones, no solo –como ocurría desde el pasado día 12- a las de aquellas personas que se hubieran visto contagiadas por el coronavirus. Además, se suspenden todos los servicios religiosos en la capilla del Cementerio General y en los entierros por los ritos musulmán y judío.

Ramón ha trasladado la solidaridad del gobierno municipal con las familias y las personas queridas de los fallecidos y ha avanzado que una vez concluya el estado de alarma pondrán a disposición de las familias “la posibilidad de hacer las ceremonias de despedida que las circunstancias impiden ahora”.

Además, se cierran al público los siete cementerios municipales: General, el Cabanyal, Campanar, el Grau, Benimàmet, Massarrojos y el Palmar, salvo para realizar los servicios de inhumación que correspondan, siempre con la obligatoriedad de cumplir con todo lo previsto en la normativa de aplicación relacionada con el Covid-19.

Se estipula que el entierro, la incineración o la donación a la ciencia del cadáver se podrán realizar sin necesidad de esperar 24 horas después de la defunción si esto no va en contra de la voluntad de la persona difunta o de los herederos. La resolución incorpora el levantamiento del cierre provisional de la sala de tanatopraxia vinculada al Instituto de Medicina Legal, decretado en julio de 2017, que se habilitará para las actuaciones que sean necesarias por la pandemia.

En otro comunicado, el Ayuntamiento ha informado del nuevo horario de los mercado municipales durante el estado de alarma y sus eventuales prórrogas, con el fin de garantizar la apertura, vigilancia y cierre.Esto afectará a los trece mercados actualmente en activo: Algirós, Benicalap, Benimàmet, Cabanyal, Castella, Central, Jerusalem, Jesús-Patraix, Mossén Sorell, Natzaret, Rojas Clemente, Russafa y Torrefiel.Las personas vendedoras podrán entrar en los mercados de distrito a las 8:00 horas y salir a las 15:30 para abrir y cerrar los puestos de venta, preparar, aprovisionar o retirar el género.

“Los mercados municipales están siendo más que nunca la despensa de nuestros barrios, llenando nuestros hogares de productos frescos y de proximidad de la huerta”, ha apuntado el concejal de Comercio, Carlos Galiana, que ha garantizado “todas las medidas de seguridad sanitarias en los mercados municipales y su total abastecimiento con nuestros agricultores y los trabajadores de Mercavalència”.

Por otra parte, el Ayuntamiento ha suspendido también “de manera inmediata” las bodas civiles, que celebra habitualmente los viernes no festivos y sábados en los Jardines de Monforte, y acumula ya veintidós anulaciones de ceremonias desde que se inició el estado de alarma por el Covid-19, informan a EFE fuentes municipales.

Así lo ha aprobado la Junta de Gobierno Local de conformidad con una moción “in voce” por parte de Alcaldía hecha de urgencia que informa del acuerdo adoptado en sesión extraordinaria por el Consejo General del Poder Judicial y que lleva a “suspender de manera inmediata las bodas civiles en el Ayuntamiento de València”.

Antes de esta orden, nueve parejas ya habían avisado al Ayuntamiento de su decisión de suspender sus ceremonias previstas en este periodos y a estas se suman las otras trece que ha anulado el propio consistorio hasta el 11 de abril, fecha a priori del final del estado de alarma.

El Ayuntamiento suele celebrar cuatro bodas los viernes no festivos y otras seis en dos sábado al mes y antes de la anulación definitiva y tras decretarse el estado de alarma se había determinado que las ceremonias podían celebrarse pero sólo con los novios y testigos, según las mismas fuentes. Por su parte, fuentes del Arzobispado de Valencia han informado a EFE de que la celebración de los matrimonios eclesiásticos “se concierta entre los sacerdotes y las familias o los contrayentes” pero bajo unos criterios de “estricta intimidad” y con todas las medidas de prevención determinadas por el estado de alarma.