Sucesos
El acusado de violar y asesinar a una joven en Chella (Valencia) alega que fue un accidente
El joven defiende que no hubo violación y que actuó bajó los efectos de las drogas
La defensa del joven acusado de violar y asesinar a una adolescente en Chella (Valencia) en 2016 ha argumentado, ante el jurado que debe decidir si es o no culpable, que no hubo violación y que la muerte sobrevino sin intención y, por tanto, se trató de un homicidio que merece una pena de cuatro años.
El joven, Rubén, asume que causó la muerte de la chica en octubre de 2016, pero su defensa ha argumentado en su favor este lunes, en la Audiencia de Valencia, que actuó bajo el influjo de las drogas y también que la muerte no fue premeditada.
Por tanto, niega que se tratara de un asesinato y, además, ha negado la violación. De este modo, ha pedido que se le aplique una condena de cuatro años de cárcel, muy inferior a la prisión permanente solicitada por las acusaciones.
El acusado lleva en prisión preventiva desde octubre de 2016, de modo que si la condena fuera la solicitada por su defensa, su salida en libertad sería inminente.
Las acusaciones, por su lado, piden la prisión permanente revisable por asesinato y violación.
El juicio ha comenzado después de varias horas dedicadas a formar al jurado, seguidas de la lectura de los escritos de acusación y defensa, tras lo cual la fiscal ha instruido al jurado sobre cuál es su función y cómo se desarrollará el proceso.
Finalmente, han sido estudiadas varias cuestiones previas, de modo que la declaración del reo, prevista para este lunes, ha sido aplazada para el martes.
La Fiscalía y la acusación particular consideran que Rubén contactó con la menor, de 15 años, y la citó en su antiguo domicilio familiar.
Ella acudió a la cita pensando que había otros amigos con el procesado.Una vez en la vivienda, el joven intentó mantener relaciones sexuales con la víctima, pero ésta se negó.
Entonces, la emprendió a golpes con ella. Según algunos informes médicos la joven quedó semiinconsciente, indefensa.
De este modo consiguió consumar la violación. A continuación, siempre según las acusaciones, la estranguló hasta causarle la muerte, pidió un coche a un amigo y trasladó el cadáver hasta una sima de la población, donde lo arrojó con la intención de que no pudiera ser encontrado.
La acusación particular ha señalado que el acusado, que tiene antecedentes por violencia machista, actuó movido por motivos de género y no mostró ningún arrepentimiento, ni se entregó a la Guardia Civil.
Los abogados de Vanessa han negado que Rubén consumiera drogas o que, de haberlo hecho, estas o una enfermedad mental le eximan de responsabilidad, más aún atendiendo a informes psiquiátricos que detallan que su comportamiento posterior a los hechos, por ejemplo revisando el móvil de la chica, deben llevar a descartar que no tuviera uso de razón.
Su defensa ha argumentado, por el contrario, que las pruebas demostrarán que los hechos no sucedieron como defienden las acusaciones y que la pena que piden es desproporcionada. Ha defendido que desde antes de los 14 años, Rubén ha estado en tratamiento por problemas emocionales y adicciones.
También ha alegado que, desde esa limitación mental, no planificó el crimen, sino que actuó de modo confuso y torpe, sin intención de matar, que se trató de un homicidio sobrevenido y sin forzar sexualmente a la chica.
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