Sucesos
La trama de mascarillas falsas llegó a venderlas en Valencia y Zaragoza
Los 14 detenidos, 13 españoles y un italiano, modificaban los datos para que no constara que estaban caducadas
La trama de comercialización de mascarillas y otro material sanitario sin garantías desarticulada ayer martes en Valencia llegó a vender material caducado a empresas de Valencia y Zaragoza durante el estado de alarma por el coronavirus, aunque la actuación de la Guardia Civil redujo a “mínimos” la cantidad que llegó al usuario final.
Más de 300.000 mascarillas fueron ayer intervenidas en una operación desarrollada por la Guardia Civil en Valencia contra la venta de material sanitario caducado de la que ha informado este miércoles hoy la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, en una rueda de prensa.
La directora general ha explicado que hay catorce detenidos, trece españoles y un italiano, y que el material intervino estaba caducado desde 2014.
También se han intervenido guantes, medicamentos, jeringuillas, equipos de oxigenoterapia o botellas de drenaje caducados, en registros practicados en Valencia, Zaragoza y Guipúzcoa.
”Creemos que fue muy poquito, mínimo, lo que llegó al usuario final, porque aunque alguna parte llegara a comercializarse, la operación se inició en una fase muy temprana del desarrollo de la trama y el material se recuperó en los registros practicados”, ha informado el general de la Zona de Valencia, José Hermida, que ha intervenido en la rueda de prensa junto a la directora general.
En todo caso, esa mínima comercialización de mascarillas falsas y, por tanto, inservibles y un peligro para el usuario que creyera falsamente estar protegido del contagio gracias a ellas, se pudo llevar a cabo tanto en supermercados, como en farmacias, en alguna clínica o en empresas, así como a través de internet.
En la operación se han intervenido hasta 33 cuentas bancarias y los investigados podrían haber cometido delitos contra la salud pública, de blanqueo de capitales, estafa, pertenencia a organización criminal y falsedad en documento público, este último a causa de que vendían el material con documentación falsificada, pues o bien cambiaban los datos o bien imitaban los documentos, para pretender demostrar que no se trataba de material caducado, como así era.
La trama, consciente del valor que adquiriría el material en el mercado en plena crisis por el coronavirus (un valor que no ha sido posible cuantificar en la rueda de prensa pero que ha sido calificado de muy elevado por los mandos de la Guardia Civil) compró material a empresas en concurso de acreedores y, tras cambiar los envases y los documentos con los que venía acompañado, lo distribuyó en paquetes con guantes, mascarilla y otro material preventivo de contagio.
Una vez almacenado en Valencia, el grupo pretendía distribuirlo en distintas ciudades de España, Portugal, Italia, Colombia y Turquía.
Además del material caducado, se han incautado 64.525 euros. En 16 de las 33 cuentas bancarias bloqueadas se han inmovilizado 80.000 euros.
María Gámez ha destacado que esta investigación “adquiere aún más relevancia por haberse producido en un momento de gran demanda de material sanitario, cuando existía dificultad para su adquisición”.
La directora general ha agradecido su ayuda a los técnicos del Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (Invassat) e inspectores de farmacia de la Conselleria de Sanidad.
La operación FACE MASK comenzó justo después de la declaración del estado de alarma cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de un transporte de 252.000 mascarillas caducadas entre Andoáin (Gipúzcoa) y Pobla de Farnals (Valencia).
Gámez ha aprovechado la visita para presentar esta operación para celebrar una jornada de trabajo con los mandos en Valencia de la Guardia Civil, cuya labor y entrega durante la pandemia ha alabado.
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