Tribunales

Maje niega que preparara el crimen de su marido pero admite que encubrió al autor

“Salvador estaba obsesionado, estaba franqueando límites y se sobrepasaba, a mí me agobiaba”

“No es cierto que yo planificara con Salva el asesinato de mi marido”. Así de contundente ha sido Maje en varias ocasiones durante la celebración de la vista en la que ha declarado ella y también Salvador, su “amante” y autor material de la muerte de su marido.

Maje, conocida como la viuda negra de Patraix, ha declarado esta mañana en la causa sobre el asesinato de su marido, ocurrido en agosto de 2017 en un garaje de la calle Calamocha de Valencia, y del que se ha reconocido autor, Salvador Rodrigo, compañero de trabajo y amante de Maje, a la que inculpa.

Ha explicado su relación con Salvador diciendo que “empezamos con buen rollo que fue amistad. Yo era supervisora y contaba con él para cualquier problema que hubiera. Teníamos una relación afectivo sexual". Pero también ha explicado que Salvador estaba “obsesionado” por ella “desde el punto de vista de que venía a verme cuando acababa el turno y yo trataba de evitar que en el trabajo supieran de nuestra relación porque su mujer también trabajaba en el hospital, estaba franqueando límites y se sobrepasaba, y a mí me agobiaba”.

Maje ha afrontado con mucho temple su declaración ante el fiscal, e incluso el juez ha llegado a reconvenir al Ministerio Público por el tono de sus preguntas que no han hecho mella en Maje.

Ha admitido que encubrió el crimen de su marido desde que se lo comentó Salvador en casa de la hermana de ella. Pero asegura que ella no organizó nada.

Ha dicho que el miedo la bloqueó y que a partir de ese encubrimiento, cada vez que hablaba con con Salvador de los hechos, se refería a su circunstancia personal de haberlo encubierto, nunca a haber organizado el crimen.

Sobre la confesión de crimen que le hizo Salvador, ha explicado que ella fue a comer a casa de su hermana en la avenida de Blasco Ibáñez, y que no dio importancia al hecho de que Salvador le dijera que tenía que contarle algo: “en el día a día, nos contábamos muchas cosas” y ha relatado que “me llamó la atención que viniera depilado. Me dijo que había estado con Antonio en el garaje y ‘hemos hablado, Antonio ha hablado mal de ti’, y me dijo que le había dado un mal golpe y había acabado con su vida. Me puse en shock, me puse a llorar, no recuerdo lo que dijo a continuación”.

Ha negado que le diera las llaves a Salvador para que pudiera acceder al garaje y ejecutar el crimen: “las llaves ya las tenía hacía tiempo porque entraba en casa y venía a comer cuando no estaba Antonio, o hacía él la comida, o traía vino”.

Ha explicado que “a Salvador le contaba las discusiones, el día a día, pero nunca le hice ver que podía estar en peligro” por las discusiones con su marido, y ha sido contundente al afirmar que “yo no estaba enamorada de Salvador. Le he querido, le he respetado. Él sabía cómo era yo. Era inestable sentimentalmente, con mucho vaivén, muchas montañas rusas.” También ha justificado que le diera un teléfono y ha negado que fuera para comunicarse entre ambos: “yo tenía pocos datos y pocos minutos, y Salvador tenía cuatro líneas con Vodafone y le sobraba una”

También ha explicado que mantuvo su relación con Salvador cuando ingresó en prisión porque “pasaba una situación muy delicada y me apoyo en él. Es la única persona que tenía ahí. Temía por los hechos porque habían sido muy violentos, pero a él en persona no, porque ya lo había conocido y sabía que no era una persona muy agresiva”. Salva era “mi único apoyo en prisión”, pero ha añadido que “independientemente del aprecio que nos teníamos no podía estar con la persona que había matado a mi marido. Dejé de contestarle a las cartas”.

Ha explicado sus relaciones con dos personas más: Tomás y Manu, y ha justificado las mentiras que les contaba, como que su marido tenía cáncer, para que no le agobiaran sus amantes: “Tomás me agobiaba mucho con quedar. Puse una excusa del cáncer”.

Maje ha superado el interrogatorio del fiscal con solvencia y contestando a todas las preguntas, no así en el interrogatorio de la acusación particular en el que ha recurrido en muchas ocasiones al “no lo recuerdo”.

Durante el interrogatorio de la defensa de Salvador, ha negado que tuviera intención de irse a vivir con él: “él estaba buscando piso, pero no para nosotros, sino porque llevaba tiempo durmiendo en el sofá de su casa, su matrimonio estaba roto y él buscaba piso para irse a vivir con su hija”. También le dijo que “por mí no se divorciara, le he podido recomendar, pero nunca me he metido en su matrimonio”.

A su defensa ha explicado que desconocía que su marido tenía un seguro de vida y que se enteró a posteriori cuando se lo dijeron desde la empresa de su difunto esposo. También ha reiterado que Salvador nunca le dijo lo que iba a hacer y ha negado que hubieran acordado que cuando realizara el crimen, cambiaría su estado de whatsapp.

También ha desvelado que en septiembre tenía previsto un viaje con su marido por Almería, y que ya estaba pagado.

Maje ha explicado que todos sus miedos hacia la investigación policial se debían a su condición de encubridora del crimen, nunca de autora.

También ha reseñado a preguntas de su abogado que nunca se preocupó por las cuestiones económicas y de la herencia y que era el hermano del fallecido quien “apretaba” en este sentido.

Por último, varios miembros del jurado han querido saber por qué nunca animó a Salvador a que contara los hechos a la Policía y ha explicado que, como era encubridora, se acobardó.

En el turno de última palabra, Maje se ha arrepentido de no haber sido valiente y haber acudido a la Policía: “me arrepiento de mi cobardía, de haber pensado en mí y de no haber hecho honor a Antonio”.

La vista continuará mañana.