Entrevista

«No podemos permitir que ningún empresario más se vea obligado a bajar la persiana»

El recién elegido representante del comercio alicantino pide a los políticos un esfuerzo equiparable al de las empresas

El presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Carlos Baño
El presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, Carlos BañoLa RazónLa Razón

El empresario Carlos Baño fue elegido la semana pasada nuevo presidente de la Federación Alicantina de Comercio de la Pyme (Facpyme), en un momento en el que el sector necesita, más que nunca, voces altas y claras que sean capaces de reclamar lo que miles de comercios necesitan para superar la peor crisis económica y sanitaria que se recuerda. Exige a los políticos que sean capaces de realizar un sacrifico equiparable al que ellos, los empresarios, llevan meses realizando.

-En su discurso de investidura reclamaba ayudas públicas para el comercio, ¿por qué razón han quedado fuera del Plan Resistir?

-Pues es algo incomprensible si tenemos en cuenta que el comercio es uno de los sectores más dañados por la crisis derivada de la pandemia. Pero a mí me gusta mirar hacia adelante y tenemos el compromiso del conseller de Economía, Rafael Climent, de habilitar un Plan Resistir II e incluir en él ayudas a nuestro sector. Vamos a trabajar mano a mano con las administraciones, pero también a ser firmes en los compromisos y exigentes en las medidas. No podemos permitir que ningún empresario más se vea obligado a bajar la persiana.

-¿Qué pide a los políticos?

-Pedimos a los políticos un esfuerzo equiparable al sacrificio que estamos haciendo los empresarios, personas que creamos empleo y que necesitamos un respiro. El esfuerzo y sacrificio debe ser compartido y de todos, no sólo de una parte.

-Concrete…

-Necesitamos ayudas directas. Pero también necesitamos medidas fiscales inmediatas que permitan asegurar la viabilidad de las empresas. No tiene ningún sentido que las empresas sigan pagando impuestos que gravan la actividad cuando no existe actividad. La Diputación y algunos ayuntamientos como el de Alicante ya han aprobado rebajas de hasta el 50% en el IAE y agradecemos esa empatía, pero necesitamos que el conjunto de administraciones den un paso más.

-¿Cree que el papel de las organizaciones empresariales durante la pandemia está siendo suficientemente reivindicativo?

-Yo creo que desde las organizaciones empresariales, así como desde el conjunto de agentes sociales, hemos dicho lo que teníamos que decir en cada momento. No tengo tan claro que hayamos sido escuchados adecuadamente. Incluso le diré que tengo la sensación de que desde algunos sectores y en algunos momentos se nos ha intentado presentar de manera interesada como un problema, cuando en realidad éramos y somos una parte, y muy importante, de la solución. Porque somos quienes generamos empleo y actividad económica, jugándonos en muchos casos nuestro propio patrimonio. Por ejemplo, en el sector del comercio, por su estructura, muchos negocios son un proyecto familiar en el que se implican todos sus integrantes, especialmente en pequeños municipios.

-¿Qué opina de cómo se está llevando a cabo el proceso de vacunación?

-Como ciudadano evidentemente me gustaría que fuera más rápido para dejar atrás cuanto antes este drama en el que se han perdido decenas de miles de vidas. Como empresario he de decir que la vacuna es un factor esencial para reactivar la economía al máximo rendimiento y con la máxima seguridad. La vacunación está intrínsecamente ligada a la recuperación de la movilidad, fundamental para sectores como el turismo, la hostelería o la restauración que permiten atraer visitantes y dinamizar el comercio. Por ello hemos trasladado a las autoridades la necesidad de agilizar el plan de vacunación.

-¿Cree que los trabajadores del sector comercio deberían de ser prioritarios?

-Honestamente creo que tras la inmunización de los grupos de riesgo el Gobierno debe priorizar la vacunación de trabajadores de sectores como el comercio, expuestos al riesgo de contagio al ser personal que está en primera línea en comercios muchas veces esenciales y en contacto con un gran número de personas al día, el turismo y la hostelería.

-Esta semana el presidente de la Diputación de Alicante denunciaba un trato discriminatorio al turismo alicantino por parte del Gobierno central, ¿está de acuerdo con él?

-Los datos hablan por sí solos con respecto al tratamiento que se le ha dado a los destinos insulares. El turismo es el principal sector de nuestra economía y los empresarios no han dejado de invertir en seguridad y tras un dramático año necesitan que se les deje trabajar y que lleguen turistas para disfrutar un destino seguro como es la Costa Blanca.

-¿Qué opina de las turbulencias políticas que ha desatado la moción de censura en Murcia? Ruptura del Gobierno murciano, convocación de elecciones anticipadas en Madrid con la salida de Pablo Iglesias de Moncloa, dimisión de Toni Cantó... ¿Cree que era el momento de desatar este huracán político en medio de una crisis sanitaria y económica?

-No voy a entrar en valoraciones que no me corresponden, pero sí le diré que la sociedad en general y los empresarios en particular lo que necesitamos para salir adelante, para poder hacer nuestro trabajo, es estabilidad, medidas de ayuda y menos crispación. Y necesitamos que los políticos piensen en esa clave. Las cuestiones internas de los partidos no deberían afectar a la gestión de las distintas administraciones.

-Diversos estudios, e incluso la propia Generalitat valenciana, prevén un rebote económico a partir de septiembre, con una gran parte de la población vacunada y la recuperación de cierta normalidad, ¿cree usted que será así? ¿La realidad le permite ser tan optimista?

-Eso espero, pero para ello hace falta en primer lugar que la vacunación alcance una velocidad de crucero importante y en segundo lugar ayudas urgentes para frenar la sangría que supone el cierre de empresas y trabajadores que van al paro. Una cosa son los indicadores macroeconómicos y otra la realidad cotidiana a la que se enfrentan cientos de miles de pequeños empresarios y autónomos. Y sin ayudas públicas, muchas empresas no llegarán a ese momento.