Innovación

Simular para mejorar: la inteligencia artificial aplicada al proceso del pan

Vicky Foods en colaboración con el centro tecnológico Ainia ha logrado con inteligencia artificial mejoras en la calidad.

Las panaderías deberán reducir la cantidad de sal en el pan alrededor de un 20 por ciento
Las panaderías deberán reducir la cantidad de sal en el pan alrededor de un 20 por cientoIAN LANGSDONEFE

Simular para obtener resultados más rápidos y acertar en un altísimo porcentaje. Es lo que ha hecho el grupo alimentario valenciano Vicky Foods a partir de una herramienta de inteligencia artificial que actúa con variables del proceso de elaboración de diferentes variedades de pan.

La temperatura, la humedad, la fermentación o la velocidad son variables que determinan el resultado final de un pan y que, combinadas con el conocimiento sobre las materias primas necesarias y con una aplicación tecnológica, llevan a evolucionar los procesos de un alimento básico.

Este proyecto de Vicky Foods en colaboración con el centro tecnológico Ainia ha logrado con inteligencia artificial mejoras tangibles en los procesos y, está claro, si mejoras el proceso, mejoras la calidad.

Lo explica el responsable de industria 4.0 de Vicky Foods, Paco Armengol: “Cuando vas a crear un producto nuevo o hacer algún cambio que pide un cliente, te ayuda a simular con todas las variables del proceso cómo actuaría y cuál sería el resultado del producto”.

Es la diferencia con el proceso habitual en que “vas metiendo los ingredientes, calibrando temperaturas, hasta que aciertas” en un producto “vivo”: está sujeto a cambios de temperatura, se somete a fases de fermentación y se hornea.

Pero el grupo de alimentación no se queda aquí: quiere evolucionar el concepto para que cualquier persona de la organización pueda utilizar una herramienta de inteligencia artificial sin ser informático o programador, de la misma manera que ayudó el programa Excel en las hojas de cálculo.

El impacto económico del coronavirus urge a consolidar las bases de la Industria 4.0. y poner la inteligencia artificial o la realidad aumentada al servicio de un sector que mejora la supervisión y el control de los procesos, quiere trabajar “sin papeles” y busca mayor precisión en los trabajos.

En un informe sobre Industria de Cámara Valencia y que está incluido en una serie de estudios sobre tendencias digitales que analizan diez sectores tradicionales y su reinvención con las nuevas tecnologías, se habla de cinco retos que afrontan las empresas y las oportunidades que se abren.

Esos retos se concretan en afianzar las bases de la Cuarta Revolución Industrial, la resiliencia y digitalización en la nueva normalidad, la colaboración público-privada, la gestión de las personas y los ciberataques.

Vicky Foods es un ejemplo de cómo las industrias introducen las nuevas tecnologías en sus procesos para desarrollar sistemas predictivos que mejoran la supervisión y el control de los recursos y procesos de producción de panadería y bollería, además del uso de materias primas y la reducción de las pérdidas de producto.

En el caso de Grupo Siro, fabricante de galletas, ha digitalizado muchos procesos y ahora sus 19 fábricas están conectadas a un mismo sistema central de la alemana SAP al que acceden sus 800 usuarios y donde se interconectan los datos de sus miles de sensores instalados en las 125 líneas de fabricación operativas.

Esta compañía ha marcado un proyecto de industria sin papeles a dos años vista, entregando dispositivos móviles y soluciones de negocio adaptadas a estos terminales a sus trabajadores.

El proyecto español Racon ha desarrollado una solución móvil que lleva la realidad aumentada a los astilleros y ejerce de asistencia al operario y soporte a la supervisión de la habilitación del barco. Así, el usuario puede completar con la máxima precisión los trabajos de ensamblaje e instalación de armamento y maquinaria.

También la realidad aumentada se ha aplicado en el visor HoloLens de Microsoft, en la planta que el fabricante de ascensores Thyssenkrupp tiene en España, con el fin de facilitar las reparaciones de ascensores, y en un sistema de automatización de pedidos en la solicitud de sillas salvaescaleras a medida, con lo que consigue reducir el tiempo de entrega al cliente y este puede visualizar desde el primer momento cómo quedará en su hogar.

La robótica ha permitido a un proyecto de validación de los parámetros relacionados con la jugabilidad de las palas de pádel, dar a los movimientos una repetitividad muy exacta, imposible de lograr incluso por un profesional, en un proyecto del Instituto de Automática e Informática Industrial de la Universitat Politècnica de València y la empresa Testea Pádel.

Repsol, por su parte, cuenta con un proyecto piloto: un robot logístico para el transporte de materiales que realiza el reparto diario de muestras y equipos entre el almacén y los distintos laboratorios. Se desplaza autónomamente, se comunica con ascensores y abre puertas en remoto, y puede transportar hasta 100 kilos.

En cuanto a impresión en 3D, la catalana BCN3D ha creado una granja de impresoras de 63 máquinas conectadas capaces de producir hasta 10.000 piezas mensualmente y que pueden fabricar dos piezas al mismo tiempo.

Enfocados al bienestar del operario, los exoesqueletos desarrollados por el Instituto Tecnológico Metalmecánico, Mueble, Madera, Embalaje y Afines (Aidimme) para Airbus y Royo Group ofrecen asistencia al trabajador para mitigar el estrés y agilizar las tareas más manuales y pesadas específicas.