El Palacio de los Condes de Cervellón, la pequeña Alhambra valenciana

En mitad de la Canal de Navarrés (Valencia), enclavada entre Xella y Enguera, se encuentra, casi escondida, la localidad de Anna, un municipio que bien merece una excursión diurna o, incluso, de fin de semana. Y es que Anna no es solamente su Albufera -seguramente el activo más conocido del municipio y que, dicho sea de paso, es una maravilla natural- sino que además concentra en su centro histórico varios edificios que bien merecen una visita.

Pero hoy nos centraremos en el Palacio de los Condes de Cervellón, también conocido como la pequeña Alhambra valenciana. Sin ánimo de compararse con la joya de la arquitectura mozárabe granadina, el Palacio de Cervellón esconde en su interior patios, fuentes y rincones de nuestros antepasados musulmanes que te trasladan por unos instantes al corazón del palacio granadino.

Aunque su diseño actual data del siglo XVII, el emblemático castillo que lo compone existe, según los archivos históricos, desde 1244 cuando el rey Jaume I da a la Orden de Santiago la Villa de Anna. Pasarían 4 siglos más hasta que se construyó el palacio sobre los restos del castillo inicial, tras la concesión del condado de Anna por Felipe III a Fernando Pujades de Borja.

Hoy en día, el Castillo-Palacio de los Condes de Cervellón, ubicado en el centro histórico de Anna, es un Centro de Difusión Patrimonial que además alberga los Museos de etnología y del agua.

El patio y sala árabes, recrean el mundo decorativo de los musulmanes, asentados en este municipio a partir del siglo XII, con sus espléndidos mosaicos cerámicos, artesonados y yeserías. La edad moderna se abre paso en las salas Borja y Cervellón, ambientando cada época con la decoración y el mobiliario y con una proyección multimedia que emplea imágenes y sonidos para acercar al visitante a las familias que poseyeron el Condado de Anna. La sala de Anna homenajea a los personajes ilustres de la Villa, junto al acceso al tercer piso del torreón.

El Palacio reabrió sus puertas tras la pandemia el pasado 15 de marzo 2021, concertándose el recorrido mediante cita previa y con grupos de un máximo de 10 personas. La visita (que tiene un coste de 4 euros para adultos y 1 euro para niños entre 4 y 12 años, menores de 4 gratis) tiene un aforo limitado. Se puede consultar toda la información en https://www.ayuntamientoanna.es/palacio.

Otros atractivos del lugar

Tras la vista a la Alhambra valenciana, puedes dirigirte a la Iglesia de la Inmaculada Concepción, del siglo XVI, y la Ermita del Santísimo Cristo de la Providencia, desde donde se obtiene una magnífica panorámica del pueblo.

La festividad del patrón San Antón en el mes de enero destaca por la tradicional “Tirá”, donde los abanderados a caballo lanzan juguetes y enseres. Al Cristo de la Providencia se le festeja el primer lunes de agosto en las Fiestas de las Eras y en septiembre en las Fiestas Patronales, con actuaciones musicales, la coronación de la Reina, emotivas procesiones, moros y cristianos y días de toros.

De su gastronomía destacan las cazuelas de arroz al horno, los “pastisos” de hierbas, las tortas de tocino y embutido, o de pimiento y tomate. Entre la variada repostería, señalar las tortas “sainosas” de carnaval o las “hogasas” de Todos los Santos.

Además del lago de la Albufera, Anna tiene parajes de gran encanto como la Fuente de Marzo; el Gorgo de la Escalera (“Playa Continental”); el manantial de la Fuente Negra, cuyas aguas se precipitan en el Gorgo Catalán, al cual se accede por el Paseo de las Fuentes. Entre los senderos locales destaca “La Ruta de las 3 cascadas”, que se inicia en el Gorgo Gaspar.

Por cierto, muy cerca está uno de los rincones más escondidos y paradisíacos de la Comunitat Valenciana: los Chorradores de Navarrés. Pero este tesoro merece otro artículo.