Medio Ambiente

Los regantes valencianos acusan a la ministra Ribera de planear la «muerte lenta» del trasvase Tajo-Segura

Puig asegura que se presentarán alegaciones al plan de cuenca que aumenta el caudal en cabecera

Caravana de vehículos y camiones desde IFEMA para protestar contra el recorte de caudal del Trasvase Tajo-Segura
Caravana de vehículos y camiones desde IFEMA para protestar contra el recorte de caudal del Trasvase Tajo-SeguraMarta Fernández JaraEuropa Press

Los regantes valencianos han confirmado sus temores. El Ministerio de Transición Ecológica ha presentado un borrador del plan de cuenca del Tajo que dicta un aumento progresivo del caudal ecológico a partir de 2022- año en el que se prevé aprobar el documento presentado el lunes- y hasta 2026. «Es la muerte lenta del trasvase», ha asegurado el vicepresidente de la Federación de Comunidades de Regantes de la Comunitat Valenciana(Fecoreva), José Antonio Andújar.

Asegura que se trata de una decisión que perjudica gravemente a los agricultores alicantinos, pero que también va en contra de los intereses de España porque acabará con una parte fundamental de la economía.

Por cada metro cúbico que se aumenta el caudal ecológico en Aranjuez se reducen las reservas trasvasables y ya en 2022 supondrían 130 hectómetros cúbicos menos al año. “Lo que tienen que saber los municipios ribereños del Tajo es que ese agua se irá igualmente al mar y que, además, ya no tendrán los ingresos que reciben por la cantidad trasvasada”.

Andújar reclama «sentido común» a esta propuesta y solicita un poco de memoria histórica para poner en valor el beneficio que ha dado esta obra hidráulica diseñada en 1933 e inaugurada en 1977.

Los regantes, por tanto, presentarán alegaciones a un texto en el que no se les ha tenido en cuenta. «La ministra Teresa Ribera ni siquiera nos nombró en la presentación de los planes de cuenca. Me sentí humillado. Solo hablaba de ecología y se olvidó de que somos los usuarios principales del agua».

Andújar reclama también concreción sobre las obras con las que se promete sustituir el caudal que llega del trasvase. De momento, asegura que ni siquiera hay proyectos y calcula que el plazo mínimo para que la desaladora de Torrevieja tenga las conducciones necesarias para llevar al agua hasta los campos es de siete a ocho años. «No cuadran estos plazos con los previstos para anular el trasvase».

Alegaciones a la Generalitat

Reclama también una reunión con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que ayer confirmó que, como ellos, presentarán alegaciones al plan de cuenca.

Puig, ha propuesto que se constituya una mesa de diálogo permanente entre los regantes, la Generalitat y el Ministerio de Transición Ecológica para “aproximar posiciones” sobre el trasvase Tajo-Segura y que se pueda “garantizar agua para siempre” y progreso para las comarcas alicantinas.

Así mismo, ha señalado que el Gobierno valenciano va a estudiar el plan hidrológico del Tajo que ha planteado el Ministerio y presentará alegaciones, con la premisa de buscar “soluciones desde el diálogo” y mantener “la máxima firmeza en la defensa de los intereses” de los regantes alicantinos.

El presidente ha destacado el paso que ha supuesto avanzar de la postura inicial del Ministerio de establecer un caudal ecológico del Tajo de 8′5 metros cúbicos por segundo a fijarlo en 7, aunque le gustaría que finalmente se quedara en 6, y ha valorado las inversiones que se van a hacer para modernización de regadíos y mejora de la desalinización, la depuración, la reutilización y las infraestructuras.

Ha alertado de que si en 2026 no están acabadas todas las infraestructuras necesarias no se podrá llevar a cabo una reserva mayor del acueducto, y ha reclamado que se hagan las inversiones “lo más rápidamente posible” y que lleguen compensaciones en el agua desalinizada y se aceleren los procesos de reutilización.