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La cena de Ábalos se indigesta en Ferraz y en Valencia

Alrededor de 150 militantes dan apoyo personal al ex secretario de Organización

El ex ministro de Transportes, Jose Luis Ábalos, a su llegada al Congreso Federal del PSOE que se celebra en las instalaciones de Feria Valencia.
El ex ministro de Transportes, Jose Luis Ábalos, a su llegada al Congreso Federal del PSOE que se celebra en las instalaciones de Feria Valencia.Biel AliñoEFE

El socialismo valenciano tiene dos parroquias tanto cuando sus párrocos gobiernan como cuando no lo hacen. La más antigua es la de los lermistas que va a acusando bajas conforme pasa el tiempo. La otra es la de los “ábalos” que se ha mantenido firme tanto en los momentos de vino y rosas como en los de espinas. La denominada durante años minoría mayoritaria se convirtió en hegemónica cuando su líder José Luis Ábalos se erigió en el hombre más poderoso del socialismo español a la sombra de su amigo y presidente, Pedro Sánchez. Y se mantiene sin acusar bajas ahora que el presidente del Gobierno apenas le dirige la palabra, como ha confirmado el propio Ábalos a su llegada al Congreso: “aún no he hablado con Pedro Sánchez”.

Ayer, alrededor de 150 militantes cenaron con José Luis Ábalos en la que todos descartan que fuera una cena política: “es una cena de amigos para mostrarle nuestro apoyo y cariño personal”. Los de Ábalos saben que “el comandante” atraviesa problemas personales que le preocupan mucho más que su situación política y quisieron darle cariño. Dicen que sólo eso. Sin embargo, la cita organizada por el alcalde de Burjassot, Rafa García, ha disparado las alarmas tanto en Ferraz como en el seno del PSPV. Desde Madrid se ve con inquietud cualquier movimiento del ex ministro y ex secretario de Organización, y eso que todavía no ha hecho ninguno. Pero su presencia intranquiliza y se trata de invisibilizar: Ayer, ni su sucesor, Santos Cerdán, ni la todopoderosa vicesecretaria general, Adriana Lastra, mentaron al caído en sus discursos, y eso que estuvieron plagados de referencias, agradecimientos y demás florituras a muchos ex.

También en el seno del PSPV las alarmas se han disparado y hay quien interpreta la cena de ayer como un rearme ante un próximo congreso nacional del PSPV, algo que los de Ábalos descartan totalmente. Además, no es necesario un rearme porque los de Ábalos nunca dejaron la adhesión a la minoría mayoritaria.

La cena surgió como tantas otras que se convocan para arropar al ex ministro, pero se tuvo que cambiar incluso de sitio cuando las inscripciones superaron las 150. “Hemos tenido que echar el freno de mano porque si no, no cabíamos”. No hubo discursos políticos ni alusiones de ningún tipo al gobierno de Sánchez.

Preguntado sobre ella, Ábalos no la considera un homenaje, ni aspira a ello. Y reitera que cena con amigos siempre que viene a Valencia: “yo soy de aquí, aunque a veces se olvide”. Es cierto que las cenas de Ábalos con los suyos son frecuentes y siempre trascienden por la inquietud que despiertan, aunque finalmente, no concluyan en ningún movimiento de cualquier tipo, al menos hasta ahora. Sí que hubo una novedad en la expresión de Ábalos por la coletilla que añadió tras lo de la cena de amigo: “y a esta se apuntaron otros”.

Sus afines interpretan que en esta velada también hubo militantes de otras comunidades de España, no hay que olvidar el papel nacional que ha jugado Ábalos en los últimos años. “Había gente que yo no conocía, y otros que no sabía que estaban con nosotros” señala un histórico lugarteniente del “comandante”.

Pero la vuelta a casa del exministro, que acude a este congreso “sin ser delegado por primera vez”, intranquiliza en las altas esferas del partido.

La cena de ayer en Burjassot se ha indigestado a más de uno.