Medio Ambiente

La explosión del volcán de Tonga altera el nivel del mar en la Comunidad Valenciana

Los aeropuertos de Valencia y Alicante detectaron los cambios en la presión atmosférica

Las alteraciones en el mar de la Comunidad Valenciana se notaron quince horas después de la explosión del volcán
Las alteraciones en el mar de la Comunidad Valenciana se notaron quince horas después de la explosión del volcánManuel BruqueAgencia EFE

La violenta explosión del volcán submarino Hunga Ha’apai en Tonga, un remoto país compuesto por 169 islas en el Pacífico Sur, ha generado una onda expansiva que ha alterado durante algunas horas la presión atmosférica y el nivel del mar en la Comunitat Valenciana.

Según ha informado la delegación valenciana de la Agencia Estatal de Meteorología, hasta las 20.30 horas del pasado sábado el registro del barógrafo era “un trazo suave”, que se vio interrumpido con gráficas erráticas en el registro de la presión hasta las primeras horas de la madrugada del domingo.

Estas ondas de presión atmosférica también han causado alteraciones del nivel del mar, que han sido de hasta 20 centímetros, según los mareógrafos de Puertos del Estado.

Los servicios meteorológicos de todo el mundo han registrado estas ondas de presión provocadas por la erupción del volcán de Tonga, entre ellos el australiano, que determinó que la onda de choque de la erupción viajaba alrededor del globo a más de mil kilómetros por hora.

En este sentido, las mismas fuentes apuntan a que la onda de presión alcanzó Europa unas quince horas después del estallido, provocando cambios de hasta dos o tres milibares.

En los registros de presión de los aeropuertos de Valencia y Alicante-Elche se observa cómo este último detectó las citadas variaciones de presión cinco minutos después del primero.

Este lunes, Australia y Nueva Zelanda han enviado aviones militares de reconocimiento a Tonga para evaluar los daños provocados por la erupción del citado volcán submarino, una de las más violentas en los últimos 30 años en el mundo y que se vio seguida de un tsunami.

Por el momento se desconoce los daños provocados por esta catástrofe natural, que ha provocado una nube de 260 kilómetros de diámetro y que complica las tareas de reconocimiento y asistencia.