Sociedad
Un Congreso Internacional sobre Julián Marías desgrana la teoría del filósofo sobre la razón
José Luis Sánchez dirige el evento con la participación de expertos interesados en Marías
La razón debe ir unida a la experiencia y no sin ella, como vía útil para comprender la realidad. Cuando no está viva, es sustituida por sucedáneos que nos llevan a reduccionismos irracionales incapaces de ayudar al ser humano a ser feliz. El hombre de todos los tiempos ha tenido deseos de felicidad. Para ello, la razón nos descubre la capacidad de orientar el sentido de la vida a la persona, encontrando nuestra misión o proyecto.
Así se expresó el doctor Sánchez García, vicario episcopal de Cultura y Relaciones Institucionales de la Archidiócesis de Valencia, al presentar las conclusiones del IX Congreso Internacional de Julián Marías: El concepto de razón en Julián Marías.
Las conclusiones de este congreso son la síntesis de las investigaciones y trabajos presentados por un grupo de profesores, alumnos y filósofos interesados en el pensamiento de Julián Marías. Además.
Entre las conclusiones, según Sánchez García, destacan que Julián Marías conceptúa la razón como aprehensión de la realidad en su conexión, y “nos descubre la importancia de la conexión en la realidad. No sólo percibe el mundo sino su comprensión e interpretación. Asimismo, la diferencia que establece Marías entre inteligencia y razón es fundamental para descubrir que inteligencia es captar datos y ser receptivos y la razón es la comprensión de la realidad como facultad de la vida humana. La razón es el órgano de comprensión de la vida humana, excediendo a la realidad porque incluye en ella la irrealidad. La persona no puede contentarse con entenderse de una manera proyectiva e instintiva como el animal, sino que necesita descubrir la conexión entre los distintos elementos incluidos los inexistentes pudiendo así explicar la realidad”.
Sánchez García expresó la opinion de Julián Marías en el sentido que “la razón ordena la inteligencia y con los datos que nos ofrece decimos: lo que no ha sido pensado, no puede ser investigado; lo que no ha sido inteligido, no puede ser inteligente. Llegar a la verdad desde la facultad humana de razonar nos abre a plantear que poner en la existencia algo nuevo es lo que llamamos Creación, y, desde esta alteración de la realidad, planteamos la segunda alteración de la misma realidad con la recreación de la carne. La condición amorosa junto a la razón en la persona es el reconocimiento del hombre como en de Dios. La desconfianza en la razón en nuestro tiempo nos lleva a no tener una voluntad que nos acerque a la verdad y, por ello, la razón es imprescindible no solo para tener una verdadera vida humana, sino para poder comprender e interpretar adecuadamente nuestro mundo y nuestra persona. La razón es lo más útil para comprender la realidad. Cuando no está viva, es sustituida por sucedáneos que nos llevan a reduccionismos irracionales incapaces de ayudar al ser humano a ser feliz”.
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