Miguel Mínguez: “Quiero que me recuerden como el médico humanista que nunca quiso hacer daño a nadie”

El conseller de Sanidad, Miguel Mínguez (Teruel, 1954), desvela en una entrevista con la Agencia EFE que es coleccionista de plumas estilográficas, que le gusta hacer esnórquel y que su sueño por cumplir es escribir la historia de su familia, y explica cómo que le gustaría que le recordaran.

PREGUNTA: Médico, profesor, investigador y ahora conseller de Sanidad. Si tuviera que elegir solo una de esas profesiones, ¿con cuál se quedaría?

RESPUESTA: Médico.

P: Si no se hubiera dedicado a la Medicina, ¿qué le habría gustado ser?

R: Filósofo.

P: ¿Cuál es su género literario favorito y el último libro que ha caído en sus manos?

R: La novela y el ensayo. Tengo habitualmente varios libros en lectura, ahora estoy con ‘La penúltima bondad: Ensayo sobre la vida humana’, de Josep MarIa Esquirol. Y he terminado ‘El desorden de tu nombre’, de Juan José Millas.

P: ¿Cuál es la música que prefiere escuchar?

R: La música de cantautor, el blues y la clásica. Puedo escuchar repetidamente todas las canciones de Serrat y Sabina y evadirme del mundo con Mozart, Bach o Haendel.

P: ¿Le ha marcado personal o profesionalmente alguna persona, tiene algún referente?

R: Profesionalmente me ha marcado mi maestro Adolfo Benages, un gran médico humanista.

P: Cuando tiene un minuto libre ¿con qué o quien le gusta pasarlo?.

R: Con Clara.

P: ¿Qué prefiere, series de televisión o cine? ¿Cuál ha sido la última película o serie que ha visto?.

R: El cine. La última película que he visto ha sido ‘Belfast’.

P: ¿Tiene alguna mascota?.

R: He tenido un perro bóxer, que ha sido uno más de la familia.

P: ¿Qué es lo que más odia y lo que más ama?

R: Odio la injusticia y el arte de hacer el mal. Amo la vida.

P: ¿Tiene alguna manía o superstición?

R: No.

P: ¿Tiene tiempo para practicar algún deporte y le gusta alguno en especial?

R: Ahora no tengo tiempo, me encanta nadar y hacer esnórquel.

P: ¿Colecciona algo?

R: Plumas estilográficas, tengo más de 50. Disfruto escribiendo caligráficamente con una pluma, es un placer dar vida a un papel en blanco.

P: ¿Cómo se desenvuelve en la cocina? ¿Es más de cocinar o de que cocinen para usted?

R: Prefiero que me cocinen, pero me defiendo con el pescado, la carne y la tortilla de patatas.

P: ¿Su plato favorito?

R: El arroz al horno y las chuletas de cordero.

P: ¿Cree en algo o en alguien?

R: Creo en el hombre y en la capacidad de su mente para crear.

P: ¿Cuáles son sus aficiones?

R: La lectura, tener conversaciones provocadoras en las que se cuestione todo y viajar.

P: ¿Algún sueño que cree que le queda por cumplir?

R: Escribir la historia de mi familia.

P: ¿Qué lugar elegiría para perderse?

R: Me pierdo todos los días inconscientemente en cualquier lugar, no soy capaz de elegir.

P: ¿Cuál es el último lugar al que ha viajado y a dónde le gustaría viajar?

R: La provincia de Cuenca y Soria. Me encantaría ir a Nueva Zelanda.

P: ¿Qué tres cosas se llevaría a una isla desierta?

R: Jamás me iría a una isla desierta.

P: Es un turolense en Valencia, ¿qué prefiere, playa o montaña?

R: Adoro la montaña, pero no puedo vivir sin estar viendo y sintiendo el mar.

P: ¿Qué planes tiene para el verano?

R: Antes de ser conseller, descansar, leer y viajar. Actualmente planifico mi actividad en Conselleria día a día.

P: Su vida profesional ha sido y es bastante intensa, ¿qué hace para desconectar?

R: Leer y hacer tertulias con los amigos.

P: ¿Es más amigo de las nuevas tecnologías que de la época analógica? ¿Se mueve bien en las redes sociales?

R: Me apasionan las nuevas tecnologías, pero solo utilizo el correo electrónico y WhatsApp como red social. Tengo una gran inquietud por el desarrollo de la inteligencia y la emoción artificial.

P: ¿Cuál es su secreto inconfesable?

R: Inconfesable

P: ¿Cómo quiere que le recuerden?

R: Como el médico humanista que nunca quiso hacer daño a nadie.

P: Sorpréndanos: el día menos pensado...

R: Intento volver a estudiar para entender conceptos sobre computación cuántica.