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Literatura

Ainoa García García: «Como escritora, me remueven las injusticias sociales»

La autora ha ganado el Premio Literario de Narrativa de Mujeres de la Generalitat

Ainoa García García: «Como escritora, me remueven las injusticias sociales» La Razón

La joven escritora valenciana Ainoa García García va de reconocimiento en reconocimiento. Si hace unos meses su nombre sonó en el sector editorial al haber logrado el Premio Hortensia Roig de literatura infantil por la obra «Clara y el enigma de Tihapia», ahora ha vuelto a ser merecedora de otro reconocimiento, en este caso el el XXVI Premio Literario de Narrativa de Mujeres de la Generalitat, que recogió este pasado viernes, y que la sitúa como una autora a tener en cuenta. Es más, en este caso, el galardón del Consell ha sido gracias al relato «Sacramento también es nombre de mujer», una pequeña historia en la que García busca homenajear a su abuela, Sacramento, y de paso a todas las mujeres de esa generación cuyo trabajo en el hogar y al cuidado de los hijos ha sido invisibilizado. Dos premios en poco tiempo y en dos disciplinas diferentes que les han abierto las puertas a otros proyectos literarios.

¿Cómo recibió el XXVI Premio Literario de Narrativa de Mujeres?

La verdad es que muy ilusionada, muy contenta. No me lo esperaba para nada. Me presenté al certamen casi sin pensar. Cuando me puse a escribir vino esa necesidad de hacerlo sobre mi abuela, de escribir un relato sobre su vida y extenderlo también a las dificultades que vivieron las mujeres de esa época. Por eso me lancé a escribirlo.

¿Era una necesidad ser altavoz de esas mujeres?

Sí. Buscaba que historias como las de mi abuela emerjan ya que habían estado silenciadas. Es momento de que encuentren su espacio. Por eso estoy tan ilusionada por el premio. Además, en casa siempre me han inculcado la necesidad de apostar por la igualdad de oportunidades.

El relato por el que ha recibido el premio se titula «Sacramento también es nombre de mujer. ¿Qué cuenta?

He jugado con el nombre de mi abuela y con lo que significa la palabra Sacramento, algo ligado al culto, al poder. Esa dualidad me ha permitido mostrar el trabajo de esas mujeres, de criar, de cuidar, de trabajar en el campo, de trabajar sirviendo... Relata la historia de una abuela que espera a sus nietos para merendar y, a través de una receta, rememora esos recuerdos.

Asegura que está basada en la vida de su propia abuela y de sus recuerdos con ella. ¿Da pudor hacer ese ejercicio de nostalgia, de mostrar partes de la vida privada?

No. Mi abuela es una persona muy presente en mi vida, aunque ella ya no esté. Este relato es nostálgico, pero también una muestra de cariño a ella. Cuando vi la convocatoria del premio, pensé en ella inmediatamente. Escribí un poco desde la rabia, desde ese pensamiento de que la vida de mujeres como ella, de todo el trabajo que hicieron en su época, no se ha visto valorado.

Es una autora muy joven. ¿De dónde le viene la pasión por escribir?

Para mí, la escritura es un desahogo, me evade del mundo. Cuando escribo no pienso en nada más. La pasión por la literatura me viene por mis padres, siempre me han inculcado la importancia de leer. Es más, ellos se conocieron gracias a los libros, porque se veían leyendo en el autobús y así entablaron una amistad.

Haber ganado dos premios literarios, ¿le ha abierto las puertas del sector editorial? ¿Tiene proyectos en mente?

Hay proyectos futuros. En la vida me hubiera esperado escribir. Es más, siempre digo que soy una escritora en prácticas (ríe). Pero me llamaron para ser libretista de una ópera, algo que me hace unir mis dos grandes pasiones: la música y la literatura. Y también una historia infantil.

¿Qué le remueve como escritora?

Las injusticias sociales. No soy una activista, pero hay muchas cosas que se podrían mejorar. Y la cultura es una forma para remover conciencias.

¿A quién le dedica el premio que acaba de lograr?

A mi familia. Pero, sobre todo, a las abuelas, a las vidas que han tenido.

¿Se ve ganando el Premio Planeta?

Para eso debería tener una muy buena idea literaria (vuelve a reír). Aunque he tenido mucha suerte porque a los dos certámenes a los que me he presentado he ganado. Mi madre dice que tengo mucha suerte.