Turismo

Los diez pueblos costeros más bonitos de la provincia de Alicante

Más allá de los tópicos, Alicante esconde localidades que no te puedes perder

Imagen del chiringuito El Cranc, en Altea, al norte de la provincia de Alicante.
Imagen del chiringuito El Cranc, en Altea, al norte de la provincia de Alicante.La Razón

El interior de la provincia de Alicante es, sin lugar a dudas, un territorio por descubrir para todos aquellos amantes de la montaña, el senderismo y la gastronomía. Pero estos planes los vamos a dejar para el otoño-invierno. Aunque nos encontremos ya en la recta final del verano, queda mucho buen tiempo por delante para disfrutar de las playas, sobre todo si hablamos de las del litoral alicantino, con recoge unas localidades de enorme belleza y riqueza cultural. A continuación os proponemos las diez localidades que no os podéis perder si hacéis un recorrido por la costa de esta provincia:

Altea

Por su puesta, la blanca y encantadora Altea. Aunque durante estos meses está llena de turistas, este municipio con reminiscencias "hippies" no pierde nunca su encanto. Su casco histórico merece un buen paseo, "selfies" en los miradores, y disfrutar de una agradable cena. Visitar este hermoso pueblo significa conocer el Palau de Altea, los edificios de las calles Salamanca y Portal Vell, el Paseo Marítimo, la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo y la vista que desde ahí se aprecia, el distrito de Altea la Vella, el puerto deportivo, la playa… y muchas otras cosas que solo se aprecian al ser testigo presencial de las mismas. Además sus playas, que combinan piedra y arena, son unas de las más cuidadas y bellas de la región.

Calpe

El Peñón de Ifach es imagen icónica del lugar, este parque natural es visible desde diferentes partes de Alicante, incluidos los miradores de Altea. Las playas de esta zona de la Costa Blanca, el casco antiguo del lugar y la gastronomía local, donde resalta la mariscada, hacen de Calpe una visita obligatoria para todos los turistas.

Benidorm

Modelo de ciudad turística en España por excelencia, y no solamente porque se ha sabido trabajar bien el sector, sino porque verdaderamente esta ciudad costera es encantadora. Esta ciudad de rascacielos y playas te invita a pasar una experiencia inolvidable en sus tierras y disfrutar de sus espectaculares playas y su variada y rica oferta gastronómica.

Denia

Dénia es una ciudad portuaria, declarada por la UNESCO como la Ciudad Creativa de la Gastronomía. Dénia cuenta no solo con sus playas, sino también con su puerto, su Castillo, el Barrio de Baix la Mar, el macizo del Montgó, el Museo del Juguete, el Museo Arqueológico, entre otros lugares. De esta manera verás el gran caudal de historia, cultura y gastronomía que tiene. Y si la visitas, no dejes de probar la famosísima gamba roja de Dénia.

Jávea

Entre los mejores pueblos de Alicante con playa se cuenta Jávea, una verdadera joya de la Costa Blanca. La Cala de la Granadella, una de las mejores calas de Alicante, se ubica en esta localidad. También tiene un casco histórico digno de visitar para conocer la Iglesia de San Bartolomé, el Ayuntamiento, el Mercado Municipal y el Museo Etnológico, entre otros puntos de interés. Su cercanía a Dénia, Teulada y Moraira, permite incluirla en nuestro recorrido por los pueblos con encanto en la costa alicantina.

Villajoyosa

Villajoyosa es la localidad pesquera más tradicional de Alicante y es capital de la Marina Baixa. Con una historia de 3000 años atrás, originándose en la Edad del Bronce y con ruinas romanas muy bien conservadas, hace que su riqueza histórica sea invaluable. Al visitar Villajoyosa, hay que conocer las ruinas de las termas de Allon, el Santuario de la Malladeta, el Pantano del Amadorio, el Barrio de los Pescadores (idóneo para probar la gastronomía local), y la fábrica y el museo de Chocolates Valor (por lo que se ha hecho famosa).

Campello

En el corazón de Costa Blanca se encuentra Campello, un pueblo marinero que ha sido transformado en importante destino turístico, pero sin olvidar sus raíces. Una población tranquila de agradable clima. Cuenta con la mayor extensión de costa de la provincia al extenderse por 23 km. Un litoral que es verdadero placer para los sentidos, con sus playas y calas distinguidas con Bandera Azul y certificaciones ISO por calidad medioambiental, por servicios y por accesibilidad a personas con discapacidad, como es el caso de la Playa del Carrer la Mar y la Playa Muchavista. Un lugar idóneo para la práctica de deportes acuáticos. Y puedes cambiar de paisaje recorriendo las montañas y descubriendo la Lloma de Reixes, la Sierra del Xixí y Les Puntes de Gosálvez, entre otros parajes. Además, su riqueza patrimonial se evidencia al tener a la Illeta dels Banyets, uno de los yacimientos arqueológicos de mayor importancia del mediterráneo, a Las dos Torres Vigías y a la finca Villa Marco, entre otros.

Alicante

Como capital de la provincia homónima, Alicante no se queda atrás, ni mucho menos, cuando de atractivo turístico se trata. Su hermoso casco antiguo resalta en el barrio de Santa Cruz, el Castillo de Santa Bárbara se alza en lo alto de la ciudad y la vida comercial y cultural vibra en esta zona que ha tomado como centro.

Santa Pola

Santa Pola es un bonito y pequeño pueblo, con edificios históricos, como el Castillo Fortaleza; con playas impresionantes y la Isla Tabarca digna de visitar; con hermosas salinas que impresionan con la fauna que la habita; y un puerto muy pintoresco. Sin duda, este lugar debe ser una parada durante el recorrido por la Costa Blanca de Alicante.

Moraira

Al norte de la Costa Blanca se encuentra Moraira, un municipio conocido por sus grandes viñedos. Sus playas te invitan a disfrutar de un día de sol y descanso, como es el caso de la Playa El Portet, bahía aislada de aguas turquesa; o si deseas bucear se encuentra la Cala Cap Blanc, un verdadero paraíso. El pueblo tiene también una interesante oferta turística al combinar edificios históricos con arquitectura moderna, por mencionar un par de ejemplos está la Torre de Vigía del Cap d’Or y la iglesia de Santa Caterina. Además, en el lugar se encuentran muy buenos restaurantes que satisfacen hasta a los paladares más exigentes, como ocurre con el Sand Restaurant.