Cargando...

Un año de la dana

El funeral por las víctimas de la dana, un funeral de Estado de alta tensión

El Gobierno apoya a las asociaciones que no quieren la asistencia de Mazón, en la Generalitat insisten en que no hay dudas de que el jefe del Consell estará presente

Los Reyes asistieron al funeral que organizó el Arzobispado de Valencia en diciembre de 2024 Jorge GilEUROPAPRESS

La celebración de un funeral de Estado un año después de una tragedia es algo insólito. Por buscar un ejemplo de la historia reciente de España, el de las víctimas por el atentado del 11-M de 2004 fue trece días después del trágico acontecimiento.

Con motivo del aniversario de la riada en la que fallecieron 229 personas en la provincia de Valencia, el Gobierno ha organizado, a petición de las asociaciones mayoritarias de víctimas, un funeral laico que tendrá lugar en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. En él también participarán las personas fallecidas como consecuencia de esta misma dana en Castilla- Mancha y Andalucía, donde murieron ocho personas.

Hasta ahora, al margen de los actos que se han ido realizando en diferentes localidades de la zona cero, el único homenaje colectivo que han tenido las familias fue organizado en el mes de diciembre por el Arzobispado de Valencia que decidió tomar la iniciativa ante la parálisis del Gobierno de España. Las familias, explicaron entonces, lo estaban reclamando en las parroquias. Fue este el motivo al que se acogió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para justificar su ausencia, era una misa funeral organizada por la Iglesia. Si las heridas no se han cerrado todavía, en aquel momento la desolación entre los asistentes era inmensa.

Desde Moncloa se optó por dejar pasar el tiempo. La desafortunada visita de Sánchez a Paiporta había dejado una marca demasiado fuerte en la imagen del presidente. Pero tanto tiempo pasó que solo cobraba sentido organizar un acto si coincidía con el aniversario de la riada. La petición de las víctimas con las que se reunió Sánchez en Valencia el pasado mes de mayo sí cuadraba con los planes del Gobierno, quien aseguró que serían las organizaciones las que decidirían los detalles del acto.

El funeral de Estado se celebrará en el Museo Príncipe Felipe de Valencia, ubicado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias y en el antiguo cauce del río Turia, una circunstancia que gustó a las asociaciones por el simbolismo que conlleva. Asistirán unas 800 personas, entre familiares de los fallecidos y autoridades.

Contará con la asistencia de las más altas autoridades del Estado, como los reyes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los presidentes del Congreso, el Senado, el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo, y también se ha invitado a los presidentes de todas las Comunidades autónomas donde hubo víctimas mortales. Así mismo, ha confirmado su asistencia el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.

Sin embargo, estas organizaciones han manifestado públicamente su deseo de que el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón no acuda, una demanda que la Generalitat no está dispuesta a aceptar.

El jefe del Consell estará presente y volverá a aguantar, una vez más, lo que le venga encima consciente de que tiene muchas posibilidades de ser el protagonista de escenas poco agradables.

El acto comenzará a las 18 horas en el interior del museo, habrá interpretaciones de piezas musicales y se guardará un minuto de silencio por todos los fallecidos.

Será además la primera vez que Mazón coincida en el mismo espacio con Sánchez desde que se produjo la Conferencia de Presidentes el pasado mes de junio. Pese a que le jefe del Consell le ha solicitado formalmente un encuentro, no solo no ha recibido respuesta, sino que cuando ha visitado Valencia no se lo ha comunicado. Tampoco lo hacen sus ministros que se han prodigado por la zona cero para vender las inversiones ejecutadas en la zona cero.

El Gobierno de España y el de la Generalitat valenciana viven de espaldas. Mazón se ha cansado de solicitar la creación de una comisión mixta como la constituida tras la erupción del volcán de La Palma para mejorar la coordinación de las actuaciones que se están desarrollando en la ingente tarea de lograr la reconstrucción de las localidades arrasadas por la dana en las que viven más de 300.000 personas. Un año después no solo no se ha constituido este organismo, sino que cada uno hace su camino haciendo de la cooperación entre ambas la excepción.