Amamantando la vida

¿Sufres "agitación por amamantamiento"? Estas pueden ser las causas

Las madres que la padecen la describen como un rechazo irracional que les impulsa a apartar al bebé del pecho

La lactancia en tándem puede ser provocar "agitación por amamantamiento"
La lactancia en tándem puede ser provocar "agitación por amamantamiento"La Razón

Existe una falta de evidencia científica en relación a la llamada “agitación por amamantamiento”, posiblemente porque a nadie le interesa profundizar en este problema que puede darse durante a lactancia, por lo que solo podemos especular sobre posibles motivos de esta incómoda situación que sufren algunas madres cuando amamanta. Pero, ¿qué es la agitación por amamantamiento?

Una expresión traducida del inglés que ayuda poco a entender de que estamos hablando, pero que pretende definir un rechazo inconsciente e irracional que aflora de manera repentina en la madre que amamanta dificultándole dar el pecho. Es difícil comprender cómo se siente una mujer cuando este sentimiento la invade, si no se ha experimentado. La madre que lo vive, lo expresa como unasensación de ansiedad o excitación insoportable y muy desagradable, que hace que se sienta confundida por tener un deseo incontrolable de separar a su hijo o hija del pecho, unido a un fuerte sentimiento de culpa y desesperación, por no llegar a entender por qué se encuentra así.

En este artículo, analizaremos los síntomas, causas y maneras de manejar la agitación durante la lactancia. También compartiremos algunos consejos para sobrellevar el problema en el próximo artículo.

¿Quién puede sufrir agitación por amamantamiento?

Todas las madres pueden sufrir agitación en algún momento de la lactancia, pero eso no quiere decir que todas vayan a pasar por ello. Algunas madres pueden sentir agitación por amamantamiento durante todos los días y en todas las tomas, mientras que otras pueden experimentarlo sólo en algunos momentos. En ambos casos destacaría especialmente las tomas de la noche, estas suelen ser las peores toleradas por las madres que la sufren.

En cuanto a la intensidad, señalar que las percepciones difieren de una mujer a otra, por lo tanto, puede ser vivida de diferente manera, no obstante, a nivel general, la madre experimenta cuando está amamantando un incremento de la ansiedad, malestar, sensación de presión en la boca del estómago, un latido cardíaco acelerado, pensamientos negativos, irritabilidad, rabia, desapego, que la impulsan a desear alejar al bebé del pecho.

Una percepción que comúnmente describen como, “una sensación nerviosa, un hormigueo que se extiende por todo el cuerpo, una experiencia de la que debo escapar y necesito hacerlo”, “no es dolor, es algo mucho más desagradable”.

Como se ha mencionado, no se conocen a ciencia cierta las razones por las que aparecen estas sensaciones, sin embargo, sabemos que durante la lactancia se suelen dar fluctuaciones hormonales, fatiga, estrés, falta de sueño o realizar una dieta poco equilibrada, factores todos ellos que pueden contribuir a generarla.

Este impulso irracional e incontrolable de separar al bebé de su pecho puede manifestarse en distintas situaciones. Por lo general, suele darse en tres escenarios distintos:

  • Cuando la madre lacta a un niño o niña mayor, (es raro que se dé en bebés menores de un año)
  • Cuando se está amamantando durante la gestación
  • En el caso de lactancias en tándem.
A nivel fisiológico en el caso de lactancias en niños o niñas mayores puede ser explicable, por un
deseo subconsciente de la madre de acelerar el crecimiento del hijo o hija.

Una circunstancia nada rara, si nos fijamos en otras especies de mamíferas, cuando llegado el momento del destete apartan a sus crías para que dejen de lactar, ¿tal vez perciban sensaciones que les son molestas? En consecuencia puede que esta sea la forma natural en las hembras del mundo animal, el reaccionar apartando a la cría que mama, y sin llegar a sentir por ello inquietud ni malestar.

Un instinto natural de reacción que los seres racionales controlamos aun resultándonos está molesta y desagradable. De igual modo podría ser explicado como una reacción natural del instinto humano en el caso de lactancias durante una nueva gestación y lactancias en tándem, cuyo rechazo a amamantar la madre lo siente hacia el hijo/a mayor, como medio para proteger al ser más pequeño y débil.

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Cintia Borja es enfermera consultora lactancia certificada IBBLC