Política

El presidente Mazón sale a mediar para apaciguar la batalla lingüística

Afirma que el Consell respeta a la AVL aunque pide a la academia que tenga gestos de «integración»

El presidente Mazón y el vicepresidente Barrera coincidieron en la recepción en el Palau al equipo de gimnasia rítmica
El presidente Mazón y el vicepresidente Barrera coincidieron en la recepción en el Palau al equipo de gimnasia rítmicaLa Razón

En la era de las redes sociales borrar un «tuit» equivale a rectificar. La Conselleria de Agricultura, en manos de Vox, eliminó los mensajes escritos en un valenciano que incumplía la gramática de la Acadèmia de la Llengua (AVL). Sin embargo, lejos de admitir el error, Vox avivó la polémica a través de la segunda autoridad de la Comunitat Valenciana, la presidenta de Les Corts, Llanos Massó, quien defendió que el valenciano verdadero era el de las normas del Puig.

Durante los últimos días, PSPV y Compromís han criticado con dureza estas declaraciones y exigido al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, que aclare si se suma a la «insumisión lingüística» defendida por Massó.

El presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, había preparado su respuesta y se cuidó mucho de no soliviantar los ánimos de ningún sector. Mazón hizo un llamamiento a la calma, al entendimiento y al respeto, pero también fue muy claro.

Dijo que el Gobierno que preside, -en el que está incluido Vox-, «ratifica el absoluto respeto a la AVL. Todos reconocemos su autoridad académica y científica. ¡Faltaría más!». Y nadie rechistó. Mazón, además, compartió un acto con el vicepresidente y conseller de Cultura, Vicente Barrera, (Vox).

A la otra parte implicada, le pidió colaboración. Solicitó a la AVL que trabaje para apaciguar las diferentes sensibilidades existentes en torno al valenciano normativo y a las que ya se refirió el conseller de Educación, José Antonio Rovira, cuando dijo que la AVL «no tiene la verdad absoluta».

El jefe del Consell aseguró que durante estos últimos años han faltado gestos de «integración» que han provocado que «el valencianismo social y político se haya sentido demasiado alejado de la academia».

La prueba, apuntó, es que estos últimos días se ha visto «demasiada intransigencia y ruido con las opiniones de los demás» y defendió que las instituciones deben buscar el acuerdo con aquellos que no estén en su misma sintonía. «Ahí está la concordia, la sensibilidad y el entendimiento».

Reunión con la AVL

Dentro de esta nueva etapa que Mazón quiere iniciar, anunció que el próximo día 11 de septiembre se reunirá con la presidenta en funciones de la AVL, Dolors Pedrós, con el objetivo de comenzar una apertura que permita que haya más ciudadanos que se sientan «avalados o protegidos por la AVL».

El punto de partida de este encuentro será que el Consell reconoce la autoridad científica y académica de la AVL, una postura compatible con el inicio de un debate que logre «mayor capacidad e integración».

Sobre la denominación de la lengua, insistió en que en la Comunitat se habla valenciano. «Yo no sé qué interés en llamarlo de manera diferente a lo que dice nuestro Estatuto. No lo puedo entender y no lo voy a tolerar».

Esta primera aclaración iba dirigida al ex presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que compareció ante los medios para anunciar que había acordado con la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que al valenciano se le denominase «catalán/ valenciano», después de que se obviase al valenciano en la lista de lenguas cooficiales que se hablarán en la Cámara Baja, según lo anunciado.

También se comprometió a no diferenciar entre «valencianos de primera o de segunda» en función de si hablan más o menos valenciano o «lo hable de una manera o de la otra».

Desde el PSPV no consideran suficientes estas explicaciones. La síndica del PSPV, Rebeca Torró, le acusó de crear problemas donde no los hay y tratar de dividir a los valencianos con «los ataques a nuestra lengua y saltándose el Estatut d’ Autonomia».

Mazón avanzó que la próxima semana se realizarán nuevos nombramientos de altos cargos y también se anunciarán medidas para recortar el gasto público, como las que tienen que ver con la reducción del sector público empresarial.