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La jueza de la dana sentencia: es "un auténtico bulo" que la crecida de Forata provocara el desbordamiento del Poyo
La magistrada insiste en la tesis de que "el aviso tardío a la población" fue la clave para los fallecimientos

La jueza de Catarroja que investiga la causa penal de la dana ve como "un auténtico bulo" la repercusión de la presa de Forata en la crecida del barranco del Poyo y considera que ha de descartarse cualquier efecto negativo en los sucesos pues indica que fue al contrario: se produjo "un efecto beneficioso". Así lo indica en un auto con fecha de este miércoles en respuesta a la solicitud de declaración testifical de uno de los ponentes en el Senado sobre el Proyecto de Ley para la Protección de Infraestructuras Críticas, según informa el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
La magistrada justifica el rechazo a la solicitud presentada por una acusación particular en que esa declaración versaría sobre la presa de Forata cuando ésta, como han declarado varios peritos durante la instrucción, no tuvo ninguna influencia en el caudal del barranco del Poyo y no guarda, por tanto, relación alguna con los fallecimientos y las lesiones investigados en esta causa.
Añade que las pruebas han de centrarse en el objeto del procedimiento, ya expresado en varias ocasiones: "El aviso tardío a la población que no pudo adoptar medidas de autoprotección, que ya arrancó de una convocatoria tardía del Cecopi".
Según el auto, la defensa de la exconsellera Salomé Pradas -imputada en la causa- "llegó a manifestar que 'el Cecopi (Centro de Coordinación Operativa Integrado) y el nivel 2 están previstos para cuando la inundación ya se ha producido'" y "defendió insistentemente" esa tesis durante el interrogatorio del perito José María Gil Garré del pasado viernes, en relación a que el Cecopi debía convocarse en el nivel 2, no en el nivel 1.
Esa defensa dijo, añade el auto: 'Y es cuando la inundación ya se ha producido, de manera generalizada', afirmación que para la jueza "permite entender, que no justificar, lo que desgraciadamente ocurrió el 29 de octubre de 2024".
Ante dicha pregunta el perito manifestó: 'Fíjese lo que acaba de decir, cuando la inundación ya es generalizada, entonces a mí ya no me hace falta un Cecopi, para qué quiero un Cecopi. Si la inundación ya está generalizada estamos superados'.
Forata no afectó al Poyo
La presa de Forata no sufrió de desbordamiento, coronación o rotura que derivara en un aumento de caudal de manera súbita e inesperada y que provocara en definitiva los fallecimientos, como expresó "de manera clara, precisa y extensamente" el ingeniero hidráulico Francisco Vallés, profesor de la UPV, recoge la jueza.
Pese a la insistencia de algunas representaciones, no afectó en el barranco del Poyo. "Dichas afirmaciones erróneas eran disculpables en un primer momento de la investigación, pero la insistencia en el presente momento procesal carece de sentido, desvía el correcto análisis de los desbordamientos en barrancos y ríos, y no aporta elemento alguno en la investigación de los fallecimientos", asegura.
Y añade que no se basa "en ningún tipo de informe real, dato, más allá de las conjeturas" y "se aparta de la simple situación geográfica" de la presa, en este caso la de Forata, en relación con los barrancos y cauces.
El perito citado declaró que iba siguiendo los días previos al 29 de octubre las previsiones de Aemet, "cuyo papel estimó plenamente acertado", y era consciente del llenado de Forata, y "de forma clara dijo que en el caso del barranco del Poyo no hay ninguna presa, ninguna obra hidráulica que haga de efecto laminador".
Según la declaración del ingeniero recogida por la jueza, la presa de Forata, en el río Magro, comenzó prácticamente vacía, a las 15 horas estaba en 11 hectómetros cúbicos y entre las 15:10 y las 19:10 estaba prácticamente llena.
Hizo "un gran papel" y, según manifestó, toda presa que no colapsa tiene un efecto laminador de retrasar la punta en el tiempo y disminuirla. Si el agua entraba por cola de embalse, lo que salía es siempre menor y diferido en el tiempo, y da margen a la población.
Se produjo una laminación del 50%, la obra de disipación a pie de presa funcionó correctamente, se redujo el caudal a menos de la mitad y con menor potencial de causar daños y las compuertas estaban abiertas desde el inicio, ya que "es una norma desde Tous", en relación a la pantanada de la presa ubicada en ese pueblo valenciano en 1982.
La presa de Forata se llenó mucho pero el perito destacó que el vertido de coronación no se produjo en ningún momento. Un vertido por coronación que es siempre peligroso, pero por el tipo de presa, tipo arco-gravedad, de hormigón, no es de materiales sueltos, no se erosiona, no hubiera sido un 'caso Tous'. En cualquier caso, dicha posibilidad no se produjo, no se llegó a verter por encima sobre el paso de la presa.
Sobre si el barranco de Horteta recibió agua de la presa de Forata, el perito rechazó este extremo en su declaración al tratarse de cuencas diferentes. Según recoge el auto, lo que sale de Forata va a parar a Algemesí y luego confluye con el Júcar, aguas abajo.
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