
Política
Vox defiende darle al PSOE la alcaldía de Massamagrell (Valencia): "No podemos regalar los votos"
El único concejal que rompió el pacto de cambio de alcaldía con el PP y el grupo municipal Veïns ha acusado a estos últimos de querer echarles del gobierno

El revuelo político de estos últimos días en Valencia ha sido la sorpresa en Massamagrell, una de las poblaciones aledañas a la capital con 17.000 habitantes donde Vox, en un giro inesperado, permitió que el PSPV-PSOE recuperara la alcaldía, rompiendo así el pacto para el cambio de alcalde acordado al inicio de legislatura con el PP y la formación municipal Veïns per Massamagrell.
El pacto acordado en 2023 entre PP, Vox y Veïns supuso la salida de la alcaldía de Paco Gómez (PSPV), que a pesar de ser el más votado y obtener seis concejales, perdió la alcaldía tras el pacto entre las tres formaciones, que sumaban nueve votos, mayoría en un ayuntamiento con 17 concejales. Los dos últimos años había ostentado la alcaldía Pilar Peris (PP) y en el acuerdo estaba previsto que recogiera el testigo el líder municipalista Juan Zamorano (Veïns), pero ahora ambos pasan a la oposición. En el voto del sábado Zamorano ha obtenido 8 apoyos de los concejales del PP y Veïns, mientras el resto de grupos políticos ha votado a sus propios portavoces (el PSPV seis votos, Compromís dos y Vox uno).
Hoy el único concejal de la formación de Santiago Abascal, José Manuel Palanca, ha defendido en una rueda de prensa a la que han ido a respaldarle el portavoz de Vox en Les Corts, José María Llanos, su cambio en el voto. "Vox firmó un acuerdo solo de voto de alcaldía y ese acuerdo nos ha nos ha provocado tener dos años bastante difíciles", ha asegurado. "Llegado el momento del cambio, nosotros lo único que le hemos pedido a Veïns era una tranquilidad de trabajo y unos mínimos programáticos", ha añadido.
En ese sentido, ha facilitado el anexo que Vox puso como condición para firmar. En él se incluyen 31 peticiones. Palanca ha asegurado que Veïns estaba de acuerdo "en el 95%" de las cosas, pero fue quien al final se echó atrás.
Palanca ha admitido que no tenían un acuerdo sobre estas cuestiones firmado desde hace dos años y por lo tanto eran nuevas exigencias, ante lo que ha defendido que quería asegurar que las peticiones de Vox, no siempre recogidas en estos dos últimos años, estuvieran garantizadas hasta final de legislatura. "Vox no puede regalar los votos, no, Vox no puede dar un cheque en blanco", ha recalcado.
En la rueda de prensa ha salido al ataque de Veïns, del que ha dicho que tenía preparada su salida del gobierno. "Lo sentimos mucho pero estos señores han pensado que somos tontos porque, no tenemos pruebas pero tampoco tenemos dudas de que la intención del que hubiera sido alcalde de Veïns, una vez obtenido nuestro voto, habría sacado a Vox del gobierno municipal aduciendo cualquier excusa".
Estupor en el resto de partidos
Desde el PP y Veïns reaccionaron con estupor a la sorpresa acusando al concejal de Vox de querer enriquecerse con la política. El portavoz de Veïns le replicó el sábado que "nunca" firmaría ese anexo porque "tengo dignidad y quiero ir con la cabeza bien alta" y aseguró estar en política por "devoción a mi pueblo, no por devoción a los euros", con una crítica velada al aumento de sueldo propuesto por Vox. "Lo que hay que hacer es trabajar y no querer vivir de la política", le contestó.
Palanca hoy no ha negado que en el acuerdo se incluyera el aumento de sueldo, es más, es uno de los 31 puntos recogidos, pero ha defendido que es una exigencia asumible y justa. "Planteamos que tenía que tenía que haber equiparación salarial entre los concejales que trabajos en en este en este Gobierno. En este momento éramos cuatro concejales trabajando con dedicación diaria en el que yo me encontraba en inferioridad de de de condiciones. Entonces no entendemos por qué de los cuatro concejales que estábamos trabajando diariamente, solo el de Vox tenía que estar en en inferioridad de condiciones. Desde siempre hemos pedido la equiparación salarial", ha alegado.
Sin embargo, desde Veïns tampoco aceptaban "tirar piedras contra la Concejalía de Igualdad o ceder concejalías del PP". En el anexo algunas de las polémicas exigencias de Vox son las conocidas a nivel nacional: pasar a llamar a la concejalía de Memoria Histórica la concejalía de Concordia; sustituir el término "violencia de género" por "violencia doméstica" en la documentación municipal y solo colocar símbolos oficiales nacionales, autonómicos y municipales, evitando así banderas del colectivo LGBTIQ+.
Este tipo de acuerdos de cambio de alcaldía a mitad legislatura son comunes en ayuntamientos donde se gobierna en coalición, pero lo extraño es que no se acaben cumpliendo. Por ejemplo, en Turís el municipalista Ismael Corell cedió este pasado sábado la alcaldía al popular Paco Ricau tras el acuerdo entre ambos en 2023 con el que también quitaron la alcaldía a los socialistas.
Este movimiento en Massamagrell es un nuevo cisma en el ámbito municipal de Vox en Valencia tras las salidas de sendos concejales de Torrent y Náquera del partido que les dejaron gobernando en minoría, aunque en este caso de Massamagrell la no firma del cambio de alcaldía estaba consensuada con la dirección del partido.
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