Sección patrocinada por sección patrocinada
Teatro

Teatro

Muere el adaptador teatral Juan José Arteche a los 93 años

Sus más de 250 trabajos dan fe de la importancia del donostiarra en la escena española del siglo XX

Muere el adaptador teatral Juan José Arteche a los 93 años
Muere el adaptador teatral Juan José Arteche a los 93 añosAntonio CastroAntonio Castro

Sirva el ejemplo para calcular la importancia del señor Arteche. Página web del Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música: búsqueda, Juan José Arteche. Rápidamente, se muestra una ficha modesta, pero con un buen puñado de entradas. Del “Dodo” de Anthony Kimmins producido por Lilí Murati en 1963 (aunque su primera adaptación date de dos años antes: «El rincón tranquilo», de Michel André) al “Óscar o la felicidad de existir”, de Éric-Emmanuel Schmitt, que levantó Pérez de la Fuente en 2017, en Arapiles 16, su último trabajo. Y es que ver el nombre de este donostiarra en la cartelera de los teatros españoles era ya una norma impuesta a base de trabajo, concretamente de los más de 250 títulos que firmó.

Son algunos de los datos que deja un hombre que nació el primer día de 1927 en San Sebastián y fallecía ayer en Madrid a los 93 años después de una vida dedicada al teatro como traductor y adaptador. Pero también como empresario, como recuerda Antonio Castro, Cronista Oficial de la Villa de Madrid, en su homenaje a Arteche: “A la vista de que todos ganaban dinero con el teatro, decidió Juan José meterse a coproductor de espectáculos, siendo el primero ‘La sopera’, un gran éxito de Gómez Bur. Era el año 1975 y, desde entonces, participó en numerosos montajes, muchos junto a Pedro Osinaga o Arturo Fernández”.

Pero también se atrevió con empresas más grandes, como el Teatro Alcázar de Madrid (ciudad a la que llegó con 17 años), que en 1982 se encontraba “cerrado y en peligro de desaparición”, apunta Castro. Así que como accionista de Altarca, y tras la muerte del empresario vasco Julián Vinuesa unos años más tarde, “Arteche se convirtió en la cabeza visible” del teatro en el que permaneció hasta el cambio de siglo. Toda una vida ligado a unos escenarios que compartió, a su manera, con nombres como Woody Allen, Mihura, Neil Simon, Francis Veber, Terence MacNally, Peter Shaffe, Chéjov...