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Un estudio fallido retrasa el futuro de la histórica plaza de toros de Huesca
El histórico coso oscense, con casi un siglo de vida, necesita un plan global de conservación, pero la primera licitación técnica ha quedado en punto muerto

La plaza de toros de Huesca, inaugurada en 1929 y convertida en uno de los símbolos culturales y taurinos de la ciudad, sigue sin encontrar el camino hacia su modernización. El plan integral para garantizar su conservación y mantenimiento, dotado con 30.000 euros de presupuesto municipal, no ha logrado arrancar tras el primer intento de licitación.
El Ayuntamiento había convocado un concurso para realizar un estudio patológico y una evaluación estructural del edificio. Sin embargo, la única oferta recibida fue rechazada por la mesa de contratación. El motivo: errores significativos en la documentación, que ponían en duda el conocimiento real del inmueble.
Entre los fallos detectados figuraban descripciones que no coincidían con la realidad del coso, como afirmar que la fachada era de ladrillo visto —cuando no lo es— o que las cubiertas auxiliares eran de teja, sin precisar qué áreas quedaban incluidas. Incluso se llegaron a adjuntar fotografías de patologías que no pertenecían al edificio. Todo ello, sumado a una falta de justificación en la metodología de análisis propuesta, llevó al consistorio a declarar desierto el proceso.
La situación es especialmente preocupante porque la plaza ha superado recientemente la inspección técnica obligatoria, una década después de la primera. El informe de esta ITE reconoce que el estado actual del coso es aceptable, con deficiencias sobre todo estéticas y de habitabilidad, pero advierte que el mantenimiento aplicado hasta ahora se ha limitado a intervenciones puntuales antes de cada feria taurina.
El objetivo del plan integral no es otro que asegurar el futuro de un inmueble con gran valor patrimonial y turístico, que además forma parte de la identidad festiva de la ciudad. Sin embargo, el fracaso de esta primera licitación obliga al Ayuntamiento a replantear el procedimiento y volver a convocar el concurso, lo que retrasará la hoja de ruta de mejoras prevista.
Mientras tanto, el coso oscense sigue acogiendo su cita anual con la Feria de San Lorenzo, aunque sin un proyecto claro que garantice su preservación a medio y largo plazo. Un patrimonio que espera, todavía, un plan sólido que le asegure un futuro digno de su historia.
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