Crítica de “Black Beach”: Más deprisa, Arévalo ★★★✩✩
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Director: Esteban Crespo. Guión: E. Crespo y David Moreno. Intérpretes: Raúl Arévalo, Candela Peña, Melina Mathews, Paulina García. España, 2020. Duración: 110 minutos. Thriller.
Cada día me recuerda más a Sean Penn, en lo físico y la intensidad interpretativa, y es que Raúl Arévalo se ha convertido en un actor dramático de aúpa, porque en la comedia lo dejó hace ya unos cuantos años bien claro. En este apasionante, acelerado thriller encarna a Carlos, un alto ejecutivo que parece nació con la corbata puesta y a punto de ser padre, al que le piden que interceda en el secuestro de un ingeniero norteamericano que trabaja para una petrolífera en África. Un continente que Carlos conoce porque en el pasado estuvo en él como cooperante para Naciones Unidas tras acabar su etapa de formación académica. Y en el que dejó algún que otro amigo y plantó el amor de una mujer.
Carlos pertenece a una poderosa familia, tiene una bella esposa, un futuro por delante profesional igualmente envidiable, pero esta peligrosa misión le trastocará la vida para siempre. Esteban Crespo, ganador de un Oscar al mejor cortometraje de ficción con «Aquel no era yo», presenta ahora su segundo filme, una película inteligente, de acción con un toque bastante positivo a la norteamericana, violenta, muy ambiciosa, de ideas claras y que posee a un protagonista, lo dijimos antes, en plena forma, y no lo decimos solo por los trotes que se pega.
Una producción de excelente factura que nos guía por caminos empedrados de corrupción, de politiqueos en los bajos fondos y casonas atestadas de muertos que todavía humean. Toda la historia se complica y Carlos no podrá olvidar nunca una visita a esa «Black Beach» del título, o el nombre de una cárcel de la Isla de Bioko, en Guinea Ecuatorial, donde imperan la brutalidad y el desprecio por los derechos humanos, ni la promesa que, de alguna forma, le hizo a una joven moribunda. El pasado nunca muere, solo se duerme de vez en cuando.
Lo mejor: Raúl Arévalo y que se trata de un inteligente thriller de acción que no decae nunca
Lo peor: Lo mal que lo pasa también una Candela Peña tan natural como acostumbra