Crítica de “De Gaulle”: La Resistencia soy yo ★★★✩✩
Creada:
Última actualización:
Director: Gabriel Le Bomin. Guión: G. L. Bomin, Valérie Ranson-Enguiale. Intérpretes: Lambert Wilson, Isabelle Carré, Olivier Gourmet. Francia, 2020. Duración: 108 min. Biopic.
La guerra que se libra en los despachos y la otra guerra, la física y real: la de un racimo de cadáveres que siembran la carretera tras el penúltimo bombardeo, la de un barco atestado de supervivientes que, hacinados, sucios, sedientos, rezan para no morir. El mundo de nuevo está enfrentado en el biopic dirigido por Gabriel Le Bomin sobre la siempre polémica y poliédrica figura del general De Gaulle. París, junio de 1940. Francia debe hacer frente a la inminente invasión nazi. No, los alemanes ya están encima. Pero antes, en los prolegómenos de la película, el cineasta deja firmes los pilares que conforman la personalidad del protagonista en apenas tres instantes: el amor por su mujer, la devoción religiosa del militar y su astucia en el campo de batalla.
Mientras que el mariscal Pétain adopta una postura derrotista y se muestra dispuesto a rendirse e, incluso, propone negociar con Hitler, De Gaulle (Lambert Wilson) apuesta por todo lo contrario, por continuar la lucha y resistir. En paralelo, el filme muestra las dos caras de una misma moneda: el empecinamiento del biografiado en buscar la alianza con Churchill y la otra, mucho más íntima, el peregrinaje de su propia familia, Yvonne, esposa del militar, y sus tres hijos, que se ven obligados a exiliarse ante el avance del enemigo.
Pétain, en un momento dado, advierte que «le devora la ambición», mientras Churchill dice de él que no se trata «ni de un genio ni un loco, sino de un tipo orgulloso». Sea como fuere, a la cinta, de buena factura visual, le pesa el tono excesivamente hagiográfico que adopta al narrar ese periodo clave para Francia y De Gaulle, que, a pesar de los esfuerzos, se nos antoja un personaje impenetrable. Quizá fue premeditado.