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Crítica de “Volver a empezar”: ¿Y si construyo mi casa? ★★★✩✩

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Directora: Phyllida Lloyd. Guión: Malcolm Campbell, Clare Dunne. Intérpretes: Clare Dunne, Harriet Walter, Conleth Hill, Cathy Belton. Irlanda, 2020. Duración: 97 minutos. Drama.
El título original de este filme irlandés, «Herself» (algo así como «Ella misma»), probablemente sea mucho más exacto que el tan garciniano «Volver a empezar» que pensaron para el mercado español, porque, en efecto, Sandra (una genial Clare Dunne), madre de dos hijas pequeñas que sufre repetidos maltratos por parte de su violento marido y que un día se harta y decide, con la mano destrozada, abandonarlo, está más sola que la una. Sola frente a los impotentes servicios sociales, frente a los tipos que piden alquileres surrealistas por un ruinoso piso, frente al mundo en general. Ayudada de manera inesperada por una generosa doctora en cuya casa realiza las tareas domésticas, Sandra decide olvidarse del corrupto sistema inmobiliario y construir su propia casa. Y en el propio jardín de la médica ayudada por un gupo formado por okupas y emigrantes.
Durante los primeros compases de la película (al cabo, la primera media hora resulta lo mejor del metraje) parece que hemos vuelto de nuevo al acerado realismo social británico, a la denuncia por la situación de las clases más deprimidas y abusadas de la sociedad, pero, paulatinamente, el via crucis de esta mujer va adoptando por momentos un tono melodramático que le resta fuerza a la crítica, sobre todo, cuando la protagonista y los improvisados albañiles comparten solidarias escenas que parecen responder a los clichés del buen rollo. Con todo, el mayor aporte de esta película sobre la lacra de la violencia machista radica en esa visión optimista que finalmente le aporta la directora. Basta, como decíamos, con no estar solos.

Lo mejor

Es una semana de actrices con interpretaciones notables, como la que realiza aquí Clare Dunne

Lo peor

A veces, el filme, comida étnica incluida, «tira» mucho de los clichés del buenrollismo