Sección patrocinada por sección patrocinada
Historia

Arte

La Tate Britain cierra su restaurante por «racista»

El cuadro criticado describe a una dama de la alta sociedad que tira de un chico negro encadenado,

El mural que ha levantado la polémica
El mural que ha levantado la polémicaLa RazónTate Britain

La polémica vuelve a sacudir los cimientos del mundo del arte. No hace falta que los artistas hoy creen nuevas obras controvertidas; el actual revisionismo está convirtiendo al arte del pasado en fuente de continuas e inagotables polémicas. El nuevo capítulo de este interminable libro de corrección política viene dado por una noticia cuanto menos sorprendente: el restaurante de la Tate Britain ha amenazado con su cierre definitivo tras un informe de la comisión de ética de la institución londinense que considera a la pintura mural que lo decora como racista y «ofensiva». La obra en cuestión lleva por título «Expedition in Pursuit of Rare Meats», y fue realizada en 1927 por el británico Rex Whistler a resultas de un encargo efectuado por el primer director del museo: Charles Aitken. La obra describe a una dama de la alta sociedad que tira de un chico negro encadenado, además de a personajes orientales representados estereotipadamente. A lo largo del tiempo, muchos clientes se han quejado de su elevado contenido racista. Además, el carácter explícito de los estereotipos se ha visto agravado por el contexto lúdico en el que este mural se exhibe: un restaurante, en el que la violencia racial parece servir de telón de fondo para el divertimento y disfrute de los clientes. La consecuencia ha sido la decisión de la Tate Britain de cerrar su local de restauración hasta otoño de 2021, con vistas a tomarse un tiempo «de reflexión».

La pregunta que surge a raíz de esta nueva acusación de racismo en el mundo del arte es si no hemos empobrecido dramática y grotescamente nuestra experiencia estética. Una obra no es solo lo que muestra –su contenido visual–, sino también lo que dice –su discurso–. Si nos atenemos al estricto nivel de representación, es lógico que la interpretación que realicemos del mural de Whistler nos conduzca a entenderlo como un alegato racista: un niño negro encadenado por una representante de la alta sociedad; individuos orientales caricaturizados… Es tan evidente que produce estupor. Sin embargo, es fácil colegir que una estereotipación tan exagerada solo puede deberse a una intención muy diferente. Y es que, de hecho, dicha pintura constituye una sátira sobre el colonialismo. El título no deja lugar a la duda: «Expedition in Pursuit of Rare Meat». El concepto de «rare meat» puede ser entendido de dos maneras diferentes: en tanto «carne poco hecha» –como se emplea en el argot de la restauración; o, literalmente, como «carne rara». La suma de ambos sentidos –lo crudo y lo raro– serviría para ilustrar satírica y críticamente el colonialismo, algo que ponían en relación con la experiencia diletante que se disfruta en un restaurante. Lejos de ser racista, la obra de Whistler es de una contundencia crítica sobrecogedora. ¿Dónde está la polémica?