Crítica de “Una mujer ilegal”: El abogado de los sin patria ★★★✩✩

Director: Ramon Térmens. Guión: Daniel Faraldo, Ramon Térmens. Intérpretes: Yolanda Sey, Gorka Lasaosa, Daniel Faraldo, Isak Férriz. España, 2020. Duración: 118 minutos. Drama.

Son dos terribles historias paralelas que convergen en una: la de Fernando Vila, un abogado de origen argentino en sus años laborales postreros que ayuda a cientos de inmigrantes para conseguir los permisos de residencia pertinentes en España y cuya pareja se está muriendo de cáncer, y la de la nigeriana Juliet Okoro, atrapada por una mafia que la obliga a prostituirse y amiga de Zita Krasniqi, una de las clientas de Fernando y que finalmente muere de forma harto sospechosa en el interior de las instalaciones de un Centro de Internamiento para Extranjeros en Barcelona. Como otros, se ha «suicidado», aseguran las autoridades del mismo.

Policías corruptos y muy perversos, refugiados que han visto morir a demasiada gente en su huida o que «venden» por cuatro euros sus papeles para mantener a los hijos, proxenetas de libro, racismo, manteros que también fallecen de manera extraña, trata de blancas, incluso el espinoso tema de la eutanasia son los personajes y temas que desfilan por la cinta, aunque no se hable nunca de los negreros, aquellos que llenan las pateras hasta reventar por un puñado de billetes.

Entre la denuncia social y el thriller, Térmens («El mal que hacen los hombres», «Negro Buenos Aires», «Catalunya über alles!», en la que también indagaba en asuntos como la intolerancia) pone a caldo, no solo la situación actual en España (hay frecuentes referencias por los medios de comunicación a Donald Trump, a la complicada situación en Italia, al ex ministro de Interiores Zoido, porque la película se ambienta cuando todavía gobernaba Rajoy...) inmerso durante buena parte del metraje en un ambiente sórdido, pesimista y devastador, aunque al final deje un resquicio para la esperanza mientras existan algunos hombres y mujeres buenos.