“Mythic Quest”: la vida en un juego
La serie original de AppleTV+, creada por los responsables de “Colgados en Filadelfia” estrena capítulo especial justo antes del debut de su segunda temporada
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Hay terremotos, lineal-televisivos o ahora hijos del “streaming”, a los que siempre se vuelve, como si las réplicas más que alejarnos nos poseyeran en alegoría sísmica y científica y nos forzaran a querer seguir indagando. Cuando Ricky Gervais creó “The Office” y su adaptación americana, con más ternura que ácido, sacudió las placas tectónicas de su medio, se abrió una nueva especie de fosa mariana en lo que a la comedia por roce se refiere. Magistrales por ejecución son los ejemplos de “Parks and Rec”, “Community” o “Brooklyn Nine Nine”, series que supieron interiorizar esa pulsión amistosa de los amigos (forzados o no) del ambiente laboral y que en nuestro país tuvo un temblor igualmente icónico a través de “Camera Café”, que ya prepara su vuelta a la vida.
En esa tradición podemos insertar inequívocamente a “Mythic Quest”, que se agarra cuando debe a la estructura de la sitcom que trabaja por cuenta ajena y cuya única frustración proviene de lo desapercibida que ha pasado desde su estreno en AppleTV+. La plataforma madre del iPhone, en esa estrategia de contenidos exquisitamente curados que evita catálogos infinitos, ha dado a Charlie Day y Rob McElhenney (“Colgados en Filadelfia”) y a Megan Ganz (“Modern Family”) las coordenadas exactas del impacto para que el estudio de videojuegos en el que tiene lugar la acción se convierta en un espacio perfecto para la carcajada por sismo.
La reinvención de la Coca-Cola
El viaje al centro de la tierra, aquí, es una comedia de situación que no tiene miedo a bajar el barro y lidia con los pedruscos propios de su tiempo. A la sazón, la creación de comunidades tóxicas en el videojuego, la falta de diversidad en los equipos creativos o la explotación de dinámicas ludópatas para enriquecer a la empresa detrás de “las maquinitas”. Por supuesto, los cimientos son sólidos y las dinámicas, aunque cedan al “moderneo” de lo moralista en cuanto uno se despiste, son las mismas que siempre nos han hecho y nos harán disfrutar. Desde el jefe ególatra con momentos de brillantez, a la mano derecha capaz pero poco reconocida, pasando por los inseguros y los “pelotas” de toda la vida, “Mythic Quest” nos enfrenta, salvando todas las diferencias que el espectador quiera, con esa reinvención de la Coca-Cola que ya nos planteaban en sus respectivos géneros “Stranger Things” o “El cuento de la criada”. No es tanto el qué, que ya nos lo sabemos, sino el cómo, que se disfruta como recién descubierto.
Si a ello le sumamos un reparto coral, encabezado por el propio Rob McElhenney y una brillante Charlotte Nicdao, con aportes esforzados de Danny Pudi o F. Murray Abraham, el estremecimiento es mayúsculo. Más “woke” que sus comparaciones obvias pero, por ello, más consciente de la radicalidad y polarización del mundo en el que ha decidido abrirse paso a machetazos, es una de esas joyas de la producción propia de la matriz del iPhone que todavía descansan casi desconocidas, como «Calls», de Fede Álvarez. Por si fuera poco, su formato de media hora corta, perfectamente montado, convierte a la serie en la sacudida perfecta antes de que lleguen sus nuevos episodios en mayo.